¿QUIÉN VA PRIMERO?

Prioridad es lo que va antes de algo, pero no anula o hace menos lo que le sigue. Es común creer que la prioridad se mide por cuanto tiempo le damos a algo, cuando no es el único factor que hay que tomar en cuenta. 

Lo que elegimos o a lo que le damos el primer lugar,  lo hacemos de forma automática por la trayectoria de vida, la cultura familiar y social, y cuando hay que ser intencionales en ello. 

Veamos sobre las prioridades en el ámbito privado: la familia.

YO. Lo primero soy yo, no desde una perspectiva egocéntrica o ególatra, sino desde la responsabilidad que tengo de mi propia vida, para ello hay que formar bien el cimiento: principios, valores, creencias, actitudes, aprendizaje, crecimiento. 

PAREJA. Es la única persona que elegimos libremente y que nos acompañará por más tiempo que padres e hijos; está "emparejada" con nosotros en rango generacional, capacidades, habilidades, y es con quien vamos a construir y compartir el esfuerzo. Cuando no hay pareja por decisión o circunstancia, lo que hay que evitar es que empujemos a los hijos a que ocupen esta posición.  Ejemplos:
-"Ahora tú eres el hombrecito de la casa". No, es mi hijo. 
-"Tú y yo vamos a salir juntas adelante". No es responsabilidad de mis hijos-hijas, necesitan de nuestra protección y cuidado.
-"Tú eres mi único motor en la vida". Es mucha responsabilidad para hijas e hijos. 
-"Tú papá nos abandonó" pero no lo necesitamos para nada. Nuestras hijas e hijos si necesitan a su padre y ese vínculo no se rompe, sólo el conyugal. 
-"¿Qué vamos a hacer con este problema hijita(o)?". Son problemas de adultos que debemos atender sin involucrarles ni generarles ansiedad, pues no tienen edad ni condición para resolver. 

HIJOS. Es muy común que cuando llegan, la pareja pasa a segundo término, porque el esfuerzo, energía, sueños, metas, proyectos, dinero, conversaciones, todo –absolutamente todo- gira alrededor de ellos y se va perdiendo la convivencia amorosa con la pareja, de ahí muchos problemas. 

FAMILIA EXTENSA. Una vez que vivimos en pareja con o sin hijas- hijos, pasamos a otra posición con nuestra familia de origen que implica establecer límites y dinámicas claras en las que no permitamos que por actitudes, decisiones o conductas se haga a un lado a la pareja o a los hijos; esto es frecuente cuando tomamos primero en cuenta a otras personas de la familia para tomar ciertas decisiones, buscar apoyo ante ciertos problemas o compartir información personal, o cuando abuelas, abuelos están cuidando nietos por mucho tiempo. 

Y para finalizar, hay que tener cuidado de tratar a la pareja como la persona adulta que es y no como si fuéramos su mamá, su jefa o su hija, y viceversa en el caso de varones. 

Analiza estos ejemplos de una persona hablándole a su pareja, cómo te suenan: 
- Mi amor ponte el suéter que hace frío.
- Papi, no te vayas a desvelar mucho que mañana no te quieres levantar para ir a trabajar.
- Mami, ten cuidado no te vayas a resbalar.
- ¡Cuántas veces tengo que decirte que arregles esto!
- ¡Ni se te ocurra pedirme nada!
- ¡Deja, tú no sabes!

Si lo hacemos de vez en cuando no quiere decir que está mal, pero si es constante y hay regaños, castigos, gritos, sobre-protección, entonces sin duda esa pareja cada día se acerca a una situación de tensión y conflictos porque ha perdido de vista las prioridades.

¿Qué opinas?

9275201487?profile=original

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos