¿QUÉ TE DICE TU FORMA DE COMER?

 En la comida como en la Vida

Este fin de semana hay taller "COMIENDOME MIS EMOCIONES", en donde te llevo de la mano a dejar que tu forma de comer te hable de ti y te guie hacia una sanación real no solo en relación al peso si no a ti misma.

Creeme que es un proceso maravilloso y me encantará tenerte ahí, es por eso que te ofrezco un 15% de descuento a ti que formas parte de Retos Femeninos.

 

¿Qué te dice tu forma de comer?

 

Observar nuestra forma de comer es un gran termómetro para reconocer  aspectos  de nuestra vida que requieran ser revisadas y trabajar directamente sobre ellas.

Aquí te muestro algunas situaciones y lo que pueden estar reflejando:

  1. No te sientas a comer a la mesa, prefieres estar haciendo otra cosa:  ¿Te cuesta trabajo centrarte en una actividad, la monotonía te asusta y quedarte contigo mismo te parece algo sumamente peligroso? Comer de esta manera habla mucho de cómo buscamos estrategias para no poner atención a lo que nos supone algún riesgo importante. Preferimos estar en movimiento constante y no  asumir el riesgo de quedarnos por “miedo” a ser descubiertos, ya sea por nuestra pareja, nuestro jefe, amigos, etc. Elegimos  estar de un lado a otro con mil actividades para tener el pretexto perfecto de no ser vistos detenidamente y poner en evidencia ciertos aspectos que creemos impropios o vergonzosos.  Esto tiene que ver más con ideas catastróficas de lo que puede suceder si nos mostramos como somos, que con una realidad. También puede ser una forma de evitar contactar con nosotros mismos.

  2. Te la pasas picando todo el día: Al igual que una estrategia de hurto hábil es el robo hormiga, porque para cuando alguien lo descubre ya es demasiado tarde, el comer todo el día también de poquito en poquito, es una forma de “engañarnos”  sin que el acto de comer pase  por un proceso de atención y responsabilidad. Es como si dijéramos “si no lo recuerdo, no pasó”.  La noticia es que si pasa y si tiene consecuencias, al igual que tiene consecuencias los pensamientos aparentemente inofensivos que nos decimos todo el día.  Por ejemplo: Te repites todo el día que eres estúpida, tonta , inútil….. y te sorprende no lograr tus metas. No te detienes a escuchar que tu misma te la pasas confirmándolo.

  3. Te atracas constantemente: El atracón es una forma de tomar a la mala lo que no nos permitimos a la mala. Revisa de que te has privado o te estás privando que la única forma en que te permites tenerlo es creando episodios de atracón, o de explosiones de enojo, celos, irresponsabilidad, vulnerabilidad, etc.

  4. Comes porque es lo que se debe comer, olvidando qué es lo que realmente te gusta. Cuando invito a quienes participan en mis talleres a comer lo que realmente les gusta, se topan con la sorpresa de que no tienen idea que quieren en verdad. Han basado sus decisiones en comer lo que estaba prohibido cuando rompen la dieta, o han querido convencerse de que deben desear cosas nutritivas. En la vida cuántas veces elegimos carrera, pareja, trabajo, amistades y hasta peinados y ropa en base a lo que debe ser más allá de lo que en realidad nos gusta y satisface.

  5. Buscas sustitutos: En lugar de ir directamente por lo que deseamos, buscamos  sustitutos porque no nos damos el permiso de tener el original. Lo hacemos con la comida y también en la vida. Nos quedamos con una pareja que no es la que en verdad queríamos, pero es la que estaba , nos quejamos de un trabajo mediocre porque no creemos merecer algo mejor, decimos lo que la gente quiere escuchar en lugar de lo que queremos  expresar.

  6. Te descontrolas frente a la comida o por el contrario te sometes a controles brutales. Cuando intentamos controlar el mundo : quién nos ama, cómo no nos van a lastimar, cómo nos tenemos que sentir,  quienes nos van a admirar, cuánto le importamos a los demás, a qué distancia los mantenemos, etc., pueden ocurrir dos cosas, que extiendan ese control a su forma de comer, o que por el contrario, sea justamente en el plato donde de alguna manera se permitan soltarlo, ahí donde hará menos daño el permiso.

  7. Esperas a ver qué  van a pedir los demás para decidir que ordenarás tú.   Tomas decisiones dependiendo más en lo que los otros esperan o crees que esperan de ti, que en lo que realmente deseas. Continuamente buscas validarte a través de alguien o algo externo.

  8. Pasas mucho tiempo sin comer, no haces contacto con tu hambre física. Es muy probable que también te estés alejando de tus propias sensaciones y que estés desconectada si no de todos, si de algunos sentimientos que en algún momento te hirieron o asustaron.

  9. Te tragas lo que haya y/o te comes las sobras:  No importa si te gusta o no, si tienes hambre o no, mientras pase por tu boca y llegue al estómago, no hay problema.  No hay selección ni atención. Del mismo modo es probable que permitas abusos, responsabilidades e historias que ni siquiera te corresponden. Te vuelves un “basurero” de los demás, eres quien está siempre dispuesta a acompañar, hacer, traer y llevar a quien te lo pida sin reconocer siquiera si al hacerlo pasas sobre ti. Crees que si te lo tragas y le quitas el mal rato al otro, te va a querer más o serás mejor persona. También revisa si te conformas con menos de lo que quieres y aceptas “las sobras” en una relación o en la vida en si.

  10. Eres sumamente especial para comer:  Pones mucha atención a cada cosa que va a entrar a tu boca, te has alejado de personas o actividades por seguir al pie de la letra tus planes y guías de alimentación.  Te sugiero revisar si tu forma especial y estricta de comer no es una excusa para alejarte o esconderte.

     

    Si quieres conocer más de lo que escribo  y de los Talleres que imparto te invito a visitar www.adrianaesteva.com, y a seguirme  @adriesteva  FB: Adri Esteva

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos