¿QUÉ ES LA VICTIMIZACIÓN?

Podemos comenzar definiendo a la víctima como una persona que sufre el ataque o la indiferencia de otra persona. La víctima puede serlo de maltrato físico, verbal, psicológico, económico, etcétera, y es innegable que quien lo sufre debe ser ayudado y respaldado hasta que logre poner un fin a la situación de abuso de que se trate.

 

Sin embargo la victimización es otra cosa y, desde el punto de vista psicológico, tiene que ver con personas que se sienten el centro de todos los ataques y agresiones posibles en una relación humana. Las personas que se victimizan tienen una visión alterada de la realidad que exagera y toma personales hechos que para otros son muy normales. Coloquialmente: se azotan por todo, se cortan las venas con galletas de animalitos y no pueden ver su parte de responsabilidad en ningún conflicto.

 

Cómo saber si tú o alguien cercano a ti está ejerciendo el papel de víctima, sin serlo? Aquí algunas pistas:

 

Tú o la persona en cuestión se quejan en exceso por sus problemas pero no buscan soluciones de fondo y rechazan las opciones que otros proponen.

 

Quien actúa el rol del victimista se queda atorado en un pantano conformado por la auto lástima y la búsqueda de un salvador externo que aporte una solución milagrosa y fácil al asunto.

 

Los que se hacen las víctimas tienden a sentir que su vida es más difícil y complicada que la de los demás. Todo parece ser más sencillo para los otros.

 

Un victimista siente que sólo si se queja y llora por los rincones puede obtener el amor de los demás. No se da cuenta de que, si bien algunas personas pueden quererle, muy pocas lo respetan

 

Por otra parte, quien adopta el rol del victimismo también pone más atención en aquello que le falta, en lo que no tiene, que en aquello que sí hay.

 

Para alguien que se victimiza la culpa de todo siempre es de alguien más: otras personas, las instituciones, la divinidad o el malvado destino tienen toda la culpa de aquello que le sucede. No es capaz de asumir su parte de responsabilidad, por mínima que sea, en un conflicto: Y así se pueden pasar muchos años señalando a sus padres, maestros, pareja, jefes, santos del calendario, esperando una reparación de un daño inexistente.

 

Detrás de la victimización suele esconderse mucho enojo no expresado. Alguien que se victimiza suele sentirse drenado y sin motivación, por la enorme cantidad de energía que invierte en ocultar su enojo. Esta persona cree que está enojada con los causantes de sus males, cuando en realidad está furiosa consigo misma por su falta de responsabilidad personal.

 

Si pudiste identificarte en alguna de estas características, más que sentir lástima de ti, actúa con compasión hacia tu sombra, con amor hacia tus defectos pero con rigor y la decisión de superar esta actitud. Y si lo crees necesario, busca ayuda profesional calificada.

 

Que las bendiciones de bienestar y armonía fluyan hacia ti

@AuroraDelVillar

 

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