El problema de la soledad, esa que se padece, implica el hecho de que la consciencia ha sido secuestrada por un sistema de pensamientos plagados de temor y juicio; mismo que nos aleja del amor a nosotras mismas, del auto-reconocimiento generoso y alegre de la existencia. Todo esto nos lleva a buscar signos de aprobación y amor en el mundo exterior. Lo trágico de todo esto es que el mundo exterior, con toda su inestabilidad, difícilmente nos puede brindar la paz que tanto anhelamos.
Temer a la soledad es simplemente saber, de alguna manera, que nos hemos de enfrentar a ese sistema de pensamiento que exige una perfección inhumana, que carece de generosidad y de ternura. Lo paradójico es que solo enfrentándolo, podemos re-conectar con la cálida experiencia de la auto-aceptación de nuestra humana imperfección y comenzar a cultivar un amor tan tierno que. comenzando en nosotros mismos y hacia nosotros se extiende al resto de nuestros pares, como una ambrosía que atrae sanas y amorosas compañías.
Abrazar a esa tan temida soledad, se convierte entonces en una actividad que alimenta la dicha y la posibilidad de amar sin ataduras, sin condiciones, con una espontaneidad casi infantil y por tanto poderosa e invulnerable.
Espero que esta reflexión que hice hace ya algún tiempo, les haga sentido y las llene de fuerza y esperanza. Mi nombre es Erika Landa, conocí a Silvia hace un par de años en una fiesta muy divertida. Desde entonces me invitó a publicar, y creo que ya me llegó el tiempo de hacerlo. Soy sicoterapeuta, y me especializo en problemas de estrés, ansiedad y depresión, al tiempo que doy talleres donde comparto una serie de herramientas para fortalecernos desde el corazón y esto lo digo de manera literal....y también metafórica, digamos que hemos llegado al momento donde las tradiciones milenarias y la ciencia encuentran que siempre han hablado de lo mismo. Y que el corazón es una ventana fisiológica y espiritual para aprender a vivir una vida más estable y congruente.
Las saludo con mucho cariño. ¡Feliz Año Nuevo!
Comentarios