La autoridad rechaza la dulzura pues le estorba para mandar o para manipular.
Los seres sabios que poseen bondad saben utilizar su gran poder espiritual con respeto y con sensibilidad.
La dulzura es una cualidad que permite acariciar a otro ser con la mirada, con la actitud sensible, con la palabra amable.
Una persona que regala su dulzura es como un bálsamo silencioso.
Yo anhelo regalar mi dulzura y mi respeto.
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