¿PARA QUIÉN TE VISTES?

A lo largo de la historia, los seres humanos, a diferencia de todas las demás creaturas que moran en este planeta, hemos  necesitado cubrir nuestro  cuerpo. ¿Castigo? ¿Mandato Divino? ¿Protección?  Las razones por las que lo hemos hecho son tan variadas y cambiantes como nuestros propios pensamientos.

Yo me pregunto: ¿En qué momento pasamos de los tapa-rabos  a estos sofisticados vestuarios que nos hacen hacer malabares para que nos cierren y nos ajusten bien, que nos hacen dejar de amarnos si no lucen como nos han dicho que deben lucir y que se han vuelto una especie de cárcel, de premio, de orgullo  y ….. de pesadilla?

Para más de una, vestirnos en la mañana puede ser todo un reto del que quisiéramos escapar. En muchas ocasiones hubiera deseado vivir en la época en que simplemente se usaban túnicas. Ese momento de “necesitar ser aceptada” por unos pantalones o una blusa eran espeluznantes.

Yo recuerdo el infierno que vivía cada vez que me invitaban a una fiesta o a una reunión, me sentía siempre tan inadecuada, que la ropa que me pondría formaba parte primordial de este sentimiento.  Había tres  cosas básicas que yo quería lograr con la ropa o con mi “look”: Parecerme a como se veían mis amigas, esconder mis doloroso kilos y poder respirar porque generalmente todo me apretaba.  Claro que lograr las tres cosas era prácticamente imposible, así es que mi humor y estado de animo durante los eventos era normalmente patético,

Cuando por fin lograba medio vestirme y convencerme que me veía “presentable”, aparecía la mirada de mi mamá acompañada de unas dulces palabras: “Te urge ponerte a dieta”.

Pero bueno, no escribí esto para quejarme sino para reflexionar un poco sobre el papel que ha tomado en nuestra vida la ropa y de cómo  dejó de ser un elemento de comodidad, cobijo y sobrevivencia, para convertirse en un tema de juicio, prestigio, valor, critica, incomodidad y sufrimiento.

Una de los cambios que hice cuando comencé a tomar consciencia de mi relación con la comida y el peso, fue preguntarme que era lo que más deseaba de ser delgada y una de las respuestas fue: COMODIDAD,  así es que decidí no esperar a tener un tamaño  menor para comenzar a usar la talla  que era apropiada para el cuerpo que tenía en ese momento y que me resultara cómoda. El enorme mensaje que me mandé a mí misma fue de respeto y amor. Decidí desde ese momento que no dañaría más ni a mi cuerpo ni a ninguna parte de mi Ser para intentar verme como me dijeron que me tenía que ver.  

¿Cómo es para ti?  ¿Disfrutas o sufres elegir lo que te vas a poner?  Te has preguntado ¿Para qué o para quién te vistes? ¿Para gustarle a tu Mamá? ¿Para retar a tu Papá? ¿Para parecerte a tu prima? ¿Para ser diferente a tu hermana? ¿Para llamar la atención? ¿Para pasar desapercibida?.......  Solo date un tiempo para escucharte.

Te comparto algunos tips para empezar a hacer las cosas diferentes:

  • Define qué quieres lograr al vestirte

  • Atrévete a experimentar nuevas combinaciones

  • Entre más cómoda sea la ropa que lleves, más segura te sentirás no sólo para moverte físicamente, sino también a nivel actitud

  • Busca el estilo que te guste a ti

  • Deja de buscar agradar al otro, créeme que cuando logras agradarte a ti, lo transmites

  • Se coqueta desde que estés vistiéndote

  • Agrega detalles a tu arreglo

  • Se divertida para vestir

  • Pon la música que te gusta mientras te arreglas. ¡Baila y canta!

  • Vístete con tal seguridad en ti que tu ropa se sienta privilegiada de tocar tu piel y acompañarte en tu día

  • Recuerda que la ropa se tiene que amoldar a ti, no tú a la ropa

     

 

Agradezco que me leas  y quedo a tus ordenes en www.adrianaesteva.com    @adriesteva  FB Adri Esteva .  Te invito a participar en mis diplomados COMIENDOME MIS EMOCIONES

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Comentarios

  • Buen mensaje, en esta epoca de pretenciones...............vestirnos para que o para quien?................bonita reflexion

  • Por este escrito, me doy cuenta que aunque no hubiera guerras, no estuvieramos cayendo en el precipicio del calentamiento global, no hubiera tanta pobreza e injusticia, las mujeres (en su mayoria) se las arreglarian para vivir en un infierno. Eso de estar arreglandose, pensando en la figura, hasta dondose consejos en como avivar sus emociones durante el arreglo personal se oye patetico. No por nada la mayoria de mujeres son incultas, y no les interesa los asuntos de politica y como si no podrian tener el tiempo. Con eso de que tienen que arreglarse, buscar ropa, combinar ropa, unas, calzado, bolsos, peinados, pintarse la cara, estar a dieta, hacer ejercicios, (amen de quehacer, hijos, estudios, trabajo, familia etc). A quien le queda tiempo para leer un libro, un tratado cientifico, asistir a un grupo politico, o hacer trabajo voluntario?

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