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Vive en el presente, disfruta cada momento, escucha a tu corazón, confía en ti, conéctate con tu verdadero ser, tus talentos únicos… suelta y confía.

Recuerdo los rostros del grupo de jóvenes que atentamente me escuchaban en una de mis últimas charlas en Málaga, España y cuando lo presenté en Cancún y Puebla, en México.

A simple vista notaba que eran jóvenes con ilusiones, diferentes talentos y aspiraciones, pero un poco confundidos, como buscando respuestas o tratando de encontrar su camino.

Ahí aprendí a entender un poco más a los millennials, una generación única, llena de aspiraciones y talentos, pero que aún no encuentra su verdadera identidad, ni su lugar en este mundo. Queremos meterlos en la caja, en nuestra zona de confort, y debido a eso no se ubican, no pueden encajar.

En una de las escuelas en Málaga, un chico me peguntó si llevaba mucho tiempo cambiar y ser feliz. Lo miré con todo mi amor (sentí su anhelo, su deseo de cambiar). Me hubiese gustado abrazarlo, pero había varios chicos entre él y yo. Desde el corazón le dije: “Serás feliz tan rápido como tú lo decidas. Depende de tus elecciones y las decisiones que tomes ahora mismo”.

Debemos entender que ellos son diferentes, vienen con programas distintos a los nuestros. Quieren contribuir, hacer una diferencia, tener un propósito y no les estamos permitiendo ser ellos mismos, ni los dejamos utilizar sus talentos naturales.

Al igual que nosotros, necesitan perseguir sus pasiones, hacerse las preguntas correctas, dejar de estar pendientes de lo que dicen los demás, soltar la programación negativa, confiar en si mismos, vivir con fe y caminar con gratitud.

En otra escuela me preguntaron si existía el destino, si es que ya estaba marcado y no se podía cambiar. Lamentablemente esta joven ya había decidido que sí, y creo que no me creyó cuando le dije que nosotros podíamos cambiarlo tomando decisiones diferentes y que estamos escribiendo nuestra historia en cada momento. Que la vida son consecuencias de nuestras decisiones y somos 100% responsables de nuestros pensamientos y reacciones.

Espero de corazón que un día se acuerde de la información que compartí, que lo pruebe y se de cuenta que nadie es víctima o indefenso.

Conectémonos con la Frecuencia Cero®

Cuando éramos niños teníamos pensamientos más puros, no teníamos preocupaciones, no nos comparábamos con otros, nos sentíamos libres, y espontáneos. Ahí estábamos conectados con esa Frecuencia Cero®, donde sabíamos fervientemente que todo era posible. Luego, con el tiempo comenzamos a ser influenciados por las opiniones y experiencias de los demás y nos volvimos dependientes de eso, elegimos no ser diferentes. Ahora es momento de regresar a cero. ¡Somos LIBRES, podemos elegir mejor!

Todos necesitamos conectarnos y vivir en Frecuencia Cero® para sentirnos nosotros mismos, liberarnos de memorias, juicios de opinión, luchas internas, dudas o temores que hemos adquirido y así alcanzar la inspiración pura, la felicidad, la paz y la abundancia.

En una conferencia en Serbia, una niña de 10 años me preguntó si se podía hablar con los animales. Yo le pregunté que si ella podía hacerlo y me respondió que sí. Entonces le pedí que mirara a las 200 personas que estaban allí y le dije “¿Ves a todos ellos aquí? Ellos no pueden hablar con los animales, pero tú estás en lo correcto y ellos no. Por favor nunca cambies”.

¿Cuándo fue que cambiamos, dejamos de creer en nosotros y empezamos a creer que los demás sabían más?

Ahora encontramos niños y jóvenes que creen que el perfil que muestran en las redes sociales los definen. Que comparten solo lo bueno o lindo que les pasa. Chicos que cuando están tristes recurren a un aparato para encontrar un alivio, que entablan relaciones en la nube aún sabiendo que son superficiales, que quieren comerse el mundo, pero están en un trabajo que no les apasiona. Están inmersos en un entorno tecnológico, que no es malo, sino que está mal balanceado.

Es cierto, han crecido con la tecnología, pero está solo debe ser una herramienta. Su verdadera pasión, sus talentos naturales y el alivio a sus pesares los encontrarán en si mismos. Cuando lo hagan encontrarán su pasión y su propósito. Cuando lo encuentren y hagan aquello que aman, serán felices y exitosos, y habrán hallado su camino.

Al ser nosotros mismos, nos conectamos y encontramos la Frecuencia cero ®, ese balance perfecto, esa paz, porque soltamos todo aquello que no somos realmente (memorias, programas), y nos enamoramos en verdad de nosotros mismos. Dejarás de lado la soledad y empezarás a formar relaciones profundas, porque cuando te amas y te aceptas a ti mismo, eres capaz de amar y aceptar a otros.

Tienes que tener presente que tu verdadera identidad oye, ve y siente con claridad porque es uno con la Frecuencia Cero ® del universo.

No perdamos más nuestro tiempo, ni se lo hagamos perder a ellos. Todo lo que necesitamos es convertirnos en personas felices para que ellos también puedan serlo y así puedan encontrar su camino. Anímense a ser ustedes mismos y a seguir su pasión e inspiración.

En este arduo camino que he emprendido y gracias a los constantes talleres que he dado alrededor del mundo y a los infinitos encuentros con jóvenes y niños, he confimado la importancia de seguir adelante compartiendo un poco más con esta generación.

En una conferencia de paz en India, donde asistieron muchos jóvenes, me preguntaron que les diría a esos jóvenes en 3 palabras, y esto es lo que les dije y les digo a Uds: “Sean ustedes mismos. Crean en ustedes. Ámense”.