Ayer terminé la capacitación "Fast Track" e inicial que me hicieron dos amables funcionarios del Instituto Electoral del Distrito Federal, al tiempo que me informaron que he sido preseleccionada para fungir como funcionaria de casilla en las elecciones intermedias del próximo 5 de julio en México. Me gusta la idea de cumplir con mi responsabilidad cívica y participar en el proceso; sólo lo he hecho como votante y en otras ocasiones he sido observadora electoral (en El Salvador y Guatemala) y observadora "rupestre" diría yo, observando por mi cuenta y tomando fotografías otros años en México.
Durante el mes de mayo me confirmarán si he sido seleccionada definitivamente y entonces entraré a la "fase 2" de capacitación detallada. Lo que es un hecho es que ahora, suceda lo que suceda, me dedicaré a estudiar la Ley Electoral para el Distrito Federal y consultaré con mis amigos expertos en cuestiones electorales todo lo que se me ocurra.
Los funcionarios que me visitaron, a quienes mencionaré por sus nombres Juan Francisco y Alejandro, tuvieron mucha paciencia. La idea es que la introducción al proceso y a mis posibles funciones durase unos 15 minutos y creo que extendí la "breve" sesión a más de 45 minutos. Les hice mil preguntas y creo que también les sembré algunas inquietudes. ¿Quiénes pueden estar, qué papel y que cosas debemos hacer los funcionarios, los medios de comunicación cómo pueden participar, los observadores qué pueden hacer?
En este país de tradición "mágico-electoral" surgen inquietudes: las urnas embarazadas, los ratones locos, mapaches, etcétera. En el Distrito Federal es difícil que esto ocurra, más no imposible, pero hay que pensar en todos los escenarios. Recuerdo historias de terror hace años, cuando era típico que algún buen "samaritano" llevase comida a los funcionarios, para que éstos descubrieran días después que les habían llevado comida con purgante incluído y en las obligadas visitas al baño los mapaches habían llenado las urnas con votos para sus partidos. Por ello, por supuesto les pregunté si la familia podría llevar comida (dicen que más vale prevenir que lamentar).
Me interesa saber también qué dice la ley sobre comunicarse con el exterior. No se ha reglamentado el uso de los nuevos medios, así que será interesante saber si podrán hacerse "transmisiones en vivo y a todo color vía Twitter y Facebook". En fin. Estas serán las primeras elecciones en México en las que los nuevos medios estén presentes, e irónicamente, serán unas de las de más baja participación en el país. Se espera que la afluencia no sea mayor a 37%.
Por lo pronto, les contaré si fui seleccionada y mis aventuras como "ciudadana responsable".
Imagen:laopcion
Comentarios