¿MADURO AMOR O MADURA YO?

Cuando tenía 15 años, estaba locamente enamorada de mi novio de preparatoria. Sin un trámite de por medio y con tan solo 4 meses de andar, el éxtasis de nuestra relación nos llevó a prometernos amor eterno en medio de un pasional comportamiento adolescente. Ahí estábamos los dos, usando nuestros anillos, símbolo de esa promesa de permanecer juntos contra viento y marea. Sin contrato de por medio, éramos esposos de chocolate; creyendo que de verdad esto duraría.


Ok, hagamos una pausa justo aquí para analizar el primer foco rojo…Amor eterno.
Mis amigas realistas preguntarían… ¿eterno?, ¿seriously? pues bueno…
11 años de noviazgo después, vivíamos en una relación desgastada por la rutina, la costumbre, la falta de comunicación, la intolerancia, la deslealtad y… mejor paro ahí. Llegamos al punto de no saber por qué seguíamos juntos. Al final la realidad y sus realistas ganaron.


A pesar de un duelo difícil, a mis 29 años, me sigo considerando romántica, apasionada e ilusionada hasta la médula ósea, pues mi esencia sigue intacta desde el día 1. Sin embargo, a raíz de esa experiencia, pongo mayor atención a las palabras que proclamo cuando hablo de amor y a las que llegan a mis oídos de vez en vez por parte de algún galán.


Hoy no puedo hablar de amor eterno, incondicional o pronunciar un “no puedo vivir sin ti”. Pues me he dado a la tarea de aterrizar mi concepto de amor, por mi propio bien y por el bien de quien decida caminar conmigo.
El amor no cambia, somos nosotros quienes nos transformamos a través del tiempo, integrando estas cuatro letras de muy distintas maneras de acuerdo a la etapa y el proceso que vivimos.
No se ama igual a los 15 que a los 45. Solemos concebir el amor como un elemento quemante y arrebatado que nos cega la perspectiva durante la adolescencia, es un modo mental alterado donde vemos todo…menos la realidad. A cualquier edad, tener esa misma sensación, es válido y también necesario, sin significar que permaneceremos en ese estado de alta intoxicación de dopamina todo el tiempo, se llama Enamoramiento y éste, afortunadamente, también pasa.


Al final, llego a la conclusión de que el amor, es una decisión, solo que nuestra forma de abordar esta decisión será diferente por qué nuestra experiencia de vida también lo es, estando en los 15, 30 o 60 años.

                                                                                                     Katherine Muñoz - Centro Humanista 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos

Comentarios

  • Pues es una crónica ya muy conocida la de muchos amores así que parecen increíbles y se vuelven insostenibles con el tiempo, "casarse no es lo de hoy" dice alguna joven y aunque rechace el pensamiento a, principio porque considero que hay razón para legitimar una relación de amor, ahora pienso que vale la pena esperar un poco para ver si se trata del verdadero amor que esta hecho de la materia sólida y duradera en donde solos así se puede pensar en concebir hijos por ejemplo, gracias
  • TIENES TODA LA RAZON, BRAVOOOOOO!!!!!!!!!!

This reply was deleted.