La revista virtual Sinembargo publicó hace unos meses, que a pesar de la gran cantidad de detractores que la astrología tiene en el mundo, nacer en invierno o en verano sí determina el carácter de las personas. Un estudio que se realizó en 2006 entre miles de personas pedía a los encuestados que definieran su nivel de fortuna y las personas nacidas entre marzo y agosto (los meses cálidos en el hemisferio norte) se consideraban sensiblemente más afortunadas que los nacidos en el otoño e invierno boreales (de septiembre a marzo). El estudio se repitió en el hemisferio austral y los nacidos en verano reportaron los mismos resultados. Según escribe Wiseman en su libro “Rarología”: “Tal vez los niños nacidos en invierno llegan a un ambiente más duro que los niños nacidos en verano y se mantienen más cerca de quienes cuidan de ellos y de esta manera son menos aventureros y afortunados en la vida”. Estos estudios abrieron el camino a la cronopsicología, una especie de “horóscopo científico”, que se enfoca al estudio de asuntos de dudosa comprobación científica como la relación entre la fecha de nacimiento de una persona y su propensión al suicidio. Más allá de si un sujeto es escorpión en el horóscopo “tradicional” o serpiente en el chino, el mes en el que las personas nacen también puede predecir su futuro, no por medio de la astrología, sino a través de la neurociencia, afirma un estudio reciente. Llamada por los especialistas como la investigación de “temporada de nacimiento” el análisis reúne más de 100 estudios en el hemisferio norte en donde se encontró que la mayoría de las personas con esquizofrenia y psicosis relacionadas, como trastornos psiquiátricos severos asociados a escuchar voces y delirios, nacen en invierno o a principios de la primavera. Otras relaciones entre la fecha de nacimiento también aparecen registradas en las incidencias de autismo, las cuales se presentan mayor medida entre los nacidos en agosto, mientras que los varones alcohólicos nacen en mayor cantidad entre marzo y julio, según el artículo publicado en Journal of Learning Disabilities. Así mismo, otro estudio de Proceedings of the National Academy of Sciences encontró que aquellos nacidos en Europa entre octubre y diciembre viven más que los que nacen entre abril y junio, mientras que este patrón se invierte en el hemisferio austral, lo que lleva a la pregunta sobre cuál es el mejor mes para nacer. Antes de la globalización, cuando todos comíamos alimentos de temporada y las frutas eran de primavera, verano, otoño e invierno, antes de que hubiera mangos todo el año y cerezas en el verano del hemisferio boreal y después en el austral, se podía argumentar que la alimentación de la gestante era diferente en cada temporada. También marcaba una diferencia el clima al que se enfrentaba el recién nacido antes de que hubiera calefacción y ventilación en el mundo civilizado. Hay datos que hacen suponer que en el hemisferio boreal, las personas  que  se sienten más afortunadas, al menos así lo afirman, celebran su cumpleaños en mayo.

En mi próxima colaboración, y sin pretender que la astrología sea una ciencia exacta, escribiré sobre los nativos de TAURO.

Patricia Rodríguez

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