Cuando la gente se acerca a mí porque está teniendo problemas con sus objetivos y metas profesionales, tienden a tener un punto ciego en la mayoría de los casos. Se dan cuenta que no están en el nivel que quieren estar. Tienden a justificar este freno profesional en hacer responsable a otras personas, situaciones o entornos (Los obstáculos que impiden alcanzar una meta).
La mujer joven que no quería ver lo que la frenaba.
En una ocasión estuve platicando con una clienta bastante joven que me comentó que tenía muchas ganas de seguir creciendo en su puesto. Había un problema, su jefe no la tomaba en cuenta para ciertas juntas y ciertos proyectos. Me acuerdo verla frustrada, porque se apretaba la mano con tensión. Ella sentía en ese momento, que la estaban haciendo a un lado. Cuando le pedí que me detallará más sobre esa situación, me dijo que su jefe, le pedía que hablara más seguido y visitara mas frecuente a sus clientes. Sin embargo, eso no le parecía parte de su personalidad y prefería cumplir su trabajo evitando hacer estas visitas.
1. Primer punto ciego: Nunca se acercó a preguntarle a su jefe, qué tan importante para seguir siendo promovida e incluida en proyectos, era que tuviera más contacto con clientes.
El gerente que no reconoce sus áreas de mejora.
También está el gerente con 25 años de experiencia en su industria. Después de un erro en um proyecto, fue cambiado a un área sin gente a su cargo, tenía que reportarle a un colega y trabajar con gente que antes le reportaba. En su mente, lo veía como un cambio estratégico, no lo sentía como una democión. Él estaba seguro de que lo que él había hecho todos estos años y la experiencia que tenía era suficiente para seguir creciendo.
Mencionó que no había pedido retroalimentación sobre su actuación a lo largo de su carrera profesional. Aunque sí estaba consciente que se había cometido un error y que para que esto se solucionara lo cambiaron a otro puesto, no relacionó en ningún momento lo anterior con su desempeño. Lo único que no le gustaba del cambio, en su opinión, es que estaba batallando para poder comunicarse con sus nuevos colegas y jefes. El ya había asumido que los demás se iban a sentir amenazados por él, ya que su experiencia de años lo distinguía.
2. Punto ciego #2: este es muy peligroso, porque si no reconocemos en donde tenemos áreas de mejora, es imposible que trabajemos en esos detalles que nos permitan seguir creciendo. Lo escribí en mi publicación pasada sobre el fracaso debemos estar abiertos a reconocer que no somos perfectos, que somos humanos y que en el tiempo nos atoramos en rutinas y zonas de confort. Los puntos ciegos nos impiden ver más allá, y frenan nuestro crecimiento profesional o nos puede desbancar completamente.
El director exitoso que olvidó la humildad.
Recientemente me topé con persona que dirige un conglomerado y me platicó que tenía que liquidar a su director general. Nadie lo soportaba porque era muy autoritario. En diez años, no se había tomado tiempo de pasear por las líneas de producción y ver cómo funcionaban. Cada vez que una de sus cabezas de área presentaba números, le hacía mirada de no hables de más y solían mejor quedarse callados, le tenían terror. Se notaba como los tenía reprimidos. Cuando hablaron con él, comentó sorprendido comentó que nunca en sus diez años, alguien había cuestionado su desempeño
3. Punto Ciego #3: llámenle arrogancia, falta de humildad, de introspección o de revisar desde dentro cómo estás llevando tu liderazgo en tu empresa. Esto le costó su puesto directivo. El gran problema será que si no logras entender, que hay espacio para mejorar, que aun con el tiempo que llevas trabajando, hay que poner atención a tu gestión, a tu influencia en otros, a cómo eres percibido, esto puede provocar que caigas a la base de la cima y tengas que empezar otra vez.
Soluciones a los puntos ciegos.
Busca retroalimentación, pide información de tu desempeño, apóyate en tus equipos, no los controles, y sobre todo, mantente abierto a seguir aprendiendo. En la mayoría de las empresas aplican “Assesments 360” aprende a interpretar lo que te dará mayor nivel y se humilde para reconocer dónde tienes que esforzarte más. Los puntos ciegos que no contemplas, te pueden derribar. Te recomiendo que leas este artículo de Harvard Business Review: "What Good Feedback Really Looks Like"
Si tienes algún caso similar o te ha pasado algo como esto, escríbeme en estas líneas y platícame qué hiciste para resolverlo.
El contenido original de esta publicación se encuentra en https://www.alemarroquin.com/2019/05/13/los-3-puntos-ciegos-provocados-por-no-pedir-retroalimentacion/
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