Estamos viviendo una crisis mundial que claro que genera miedo, claro que genera incertidumbre, claro que toca nuestra enorme vulnerabilidad y fragilidad. Sin embargo, no podemos permitir que ése miedo nos paralice, sí tomar acciones, sí cuidarnos, sí escuchar a profesionales, evitar mala información y peor aún evitar ser generadores de noticias negativas, no ayuda, no tranquiliza, no hace bien, evitemos difundir noticias que ni siquiera puedan ser certeras y que sin embargo sí lastimen. Éste virus también es un virus del alma. Hoy a pesar de lo terrible tenemos una enorme oportunidad de aprender, hay tantas y tantas lecciones... dejar el ego atrás, ser humildes, aprender a dar y a compartir, aprender a ser verdaderamente humanos, a ser generosos, a ser cuidadosos de uno mismo y de los demás, a voltear a ver quizás a quienes no veíamos, aprender a negociar, aprender a decirle a quienes están cerca de nosotros lo valiosos que son en nuestras vidas, aprender a darnos cuenta del tesoro tan grande que es la salud y a no derrocharla y quizás ahora de verdad, empezar a cuidarla conscientemente de que en un segundo se puede perder, a tratar bien y bonito a nuestros padres y abuelos, quienes quizás han estado tan olvidados, a darnos cuenta que hombres y mujeres nos necesitamos, somos uno, estamos en lo mismo.
Primero Dios todo pasará, pero que nunca pasen todos los aprendizajes que podremos tener, si te es posible, toma nota en un cuaderno especial de todos tus aprendizajes, es una gran área de oportunidad para que seamos mejores seres humanos y de que no se nos olvide nunca.
Dentro de todo el caos, el miedo e incluso tragedia podemos elegir qué queremos ver y cómo queremos vivir, es momento de probarnos a nosotros mismos de qué estamos hechos.
Busca generar endorfinas y serotonina haz cosas que te hagan feliz, lo que sea, desde tu casa, simples, nada complicadas, derrama en tu alma y tu cuerpo alegría, paz, bienestar y es bastante probable que el virus, no se acerque, que no le gustes ni le caigas bien.
Estar en un estado de bienestar, de paz, aún en este momento y a pesar de la adversidad es un acto consciente y voluntario, con esfuerzo, con consciencia se puede trabajar.
Podemos enseñarles también a nuestros hijos el cómo poder enfrentar una situación tan adversa como ésta, desde el bienestar o desde el miedo y pánico. Seamos generadores de luz, de amor, de paz, de agradecimiento por la vida, porque a pesar de todo, tenemos vida, bendita vida.
Un abrazo enorme a todos y a seguir en casa con la mejor actitud.
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