LO QUE COMUNICAMOS SIN PALABRAS

 

Una pareja discute sobre lo que se dijo y lo que no se dijo en una reunión el otro día, cuyas “malas interpretaciones” les ocasionaron un conflicto. Pero…¿realmente se trata de malos entendidos?¿O es que no estamos conscientes de lo que comunicamos, más allá  de lo que verbalmente expresamos? Es mucho más relevante lo que transmitimos sin hacer uso de la palabra. Existe un lenguaje corporal y un lenguaje paraverbal: en ellos recae el peso de la mayor parte de la comunicación (algunos autores hablan del 75% y otros afirman que el lenguaje no verbal significa más del 80% de lo que comunicamos). Dicen que los ojos son la ventana del alma y es muy cierto porque el rostro habla de nuestro estado de ánimo, de nuestras emociones, de nuestras pasiones. Las cejas levantadas, los ojos muy abiertos, la boca entreabierta; son sin duda señales de asombro, pero hay pequeños movimientos de los labios, o lugares hacia donde dirigimos la mirada que pueden cambiar totalmente el sentido de nuestro mensaje. ¿Qué mirada diriges a tu interlocutor cuando aparentemente tu cabeza se mueve afirmando pero tus ojos miran hacia arriba y tu boca se aprieta señalando fastidio o incredulidad? Inconscientemente con el cuerpo nos abrimos a la comunicación con una leve inclinación de la cabeza, una intención de acercamiento, los brazos relajados, la sonrisa franca; o nos cerramos a ella con brazos y piernas cruzados, con las manos entrelazadas, la mirada constantemente evasiva y una distancia que marca claramente la negativa a tener un acercamiento. Otro ejemplo es el saludo acompañado de un beso en la mejilla; cuando estamos confiados y dispuestos, nos aproximamos y hasta lo acompañamos de una ligera palmada en señal de afecto, pero cuando nos disgusta que alguien nos salude así, el cuerpo se pone rígido, no hay movimiento hacia adelante y el alejamiento del rostro apunta al rechazo. No necesitamos decir algo con la voz para expresar miles de mensajes; y si a esto le sumamos el paralenguaje, es decir la inflexión de la voz al hablar, podremos expresar interés, desaprobación, burla o inseguridad, aun pronunciando la misma frase. Así es como surgen estos encuentros que a la distancia nos causan tanta risa porque nos vemos reflejados en ellos pero que representan lo equivocada de nuestra forma de comunicarnos:

 -¿Tienes algo?, te ves seria.

-No. Nada.

-¿Entonces?

-¿Entonces qué?, ¿Tengo razones para tener algo?

-Mmmm…pues no sé, yo creo que no.

-¿Noooo?, ok, olvídalo. No tengo nada…

¡Cuánto tiempo perdemos jugando a las adivinanzas, cuando en realidad el cuerpo, el rostro y el tono de la voz claramente comunican nuestro enojo!

Hagamos conciencia de la poderosa herramienta de comunicación que es nuestro cuerpo y úsemoslo a nuestro favor, comuniquemos claramente y en positivo;  sin duda tendremos respuestas gratificantes y con ello mejores relaciones interpersonales.

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Comentarios

  • Muchas gracias Paty. Voy a complementar esta información en el siguiente blog. Lindo fin de semana

  • Cuando se toma la opción de lector se corta parte del texto publicado.
    Esta muy bueno el tema !!
  • me encanto este tema y me gustaria saber más, sobre esos movimientos y gesticulaciones que en ocasiones hacemos y tienen un significado muy especial. podria ser que se hable mas sobre el tema? gracias me encanto....

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