LIZITIPS PARA MEJORAR LA COMUNICACIÓN CON TUS HIJOS

¿Te cuesta trabajo comunicarte con tus hijos?

¿Nunca siguen tus consejos ni confían en ti cuando tienen problemas?

 

Los padres creemos que para comunicarnos adecuadamente con nuestros hijos, basta el profundo amor que les tenemos, nuestra experiencia de vida y la necesidad que ellos tienen de ser guiados.

 

Probablemente estos tres ingredientes sean suficientes en muchas ocasiones, pero cuando nuestros hijos atraviesan por una crisis o experimentan un problema serio necesitamos más que eso para ayudarlos a transitar por un periodo de dolor. Para los momentos difíciles necesitamos aprender el arte de la comunicación para garantizar que decimos lo que queremos decir y a la vez escuchamos lo que nuestros hijos realmente sienten y quieren expresar.

 

Es muy fácil como padres caer en el hábito de minimizar la importancia de los problemas de nuestros hijos sobre todo si realmente pensamos que sus problemas son poca cosa en comparación con los nuestros.

 

Comentarios del tipo:

 

“¡Bah, no te preocupes, mañana todo se arregla ¡”

“¡no es para tanto, ni que fuera el único chavo en el mundo”

 

Que pretenden tranquilizar en medio de un conflicto, solo sirven para alejar a nuestros hijos de nosotros y que sientan que no nos interesan sus problemas. Cuando de buena fe, decimos cosas como estas, nuestros hijos automáticamente nos empiezan a rechazar porque nos perciben poco receptivos y nada empaticos.

 

Otro error muy común que cometemos los padres es soltar el SERMON cuando nuestros hijos se acercan a pedirnos un consejo. Los típicos comentarios que pretenden enseñar poniéndonos de ejemplo, como: “Deberías de estar feliz por todo lo que tienes, ya hubiera querido yo de joven ser tan afortunada” o “Deberías de entender que tu maestro solo quiere lo mejor para ti” Demuestran que no estamos escuchando NADA.

 

Después de respuestas de este tipo no te sorprendas que tu hijo se de la media vuelta pensando “ya está otra vez poniéndose de ejemplo y diciéndome lo que tengo que pensar y sentir, la próxima mejor lo platico con una amiga”.

 

Mejorar la comunicación con nuestros hijos implica:

 

  1. Aceptarlos tal y como son y no como quisiéramos que fueran
  2. Estar dispuesto a captar sus sentimientos, la profundidad con la que les afecta un problema y la necesidad de hablar sobre cómo se sienten.
  3. Escuchar no solo con nuestros oídos, sino con nuestro corazón, sin juzgar ni dar sermones.
  4. No escandalizarnos con lo que nos cuentan
  5. Expresarles con palabras y hechos que los amamos independientemente de que hay ciertas cosas que como sus padres tenemos que corregir y limitar

Cuando nuestros hijos se acercan llorosos, disgustados o dolidos escuchemos no solo las palabras, miremos sus ojos, su corazón, y sus sentimientos más profundos, reconociendo el privilegio que nos da la vida de poder estar a su lado.

 

Solo desde lo más profundo de nuestra alma podemos regalarles las palabras de aliento o el abrazo que necesitan para poder crecer como seres emocionalmente estables.

 

Escuchar es un arte que implica dosis iguales de razón y corazón. Manteniendo estos ingredientes en la misma proporción nos permite ser padres que educan y aman.

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos