¿Te sientes culpable después de castigar a tu hijo?
En más de una ocasión te has preguntado ¿Seré buena mamá?
Muchas mamas piensan que son buenas madres si se preocupan demasiado por sus hijos y la verdad es que no hay NADA más falso que eso.
¿Tú eres una mamá preocupona?
Los grandes enemigos para educar a un hijo son la ansiedad y la angustia. Si la relación con tus hijos está basada en estos sentimientos lo más probable es que les transmitas todas TUS inseguridades. Ellos van a crecer dudando de su capacidad para vencer obstáculos y ser autónomos y tu vas a terminar sintiéndote culpable por todo lo que hagan o dejen de hacer
A las mamás que creen en la fantasía de que lo que hagan, o dejen de hacer determinará el futuro feliz o infeliz de sus hijos les podríamos llamar de cariño “Mamás pípila” y es una lástima que carguen una loza tan pesada porque hasta el día de hoy no existen pruebas concluyentes de que lo que hagas como madre influya de tal manera en la vida de tus hijos. Hay niños que tienen una vida plena y son felices a pesar de haber tenido unos padres pésimos y hay otros que habiendo tenido papás muy involucrados en su educación tienen un enfoque poco productivo y enfermizo de sus vidas.
Con esto no quiero decir que te desentiendas de tus hijos y te empeñes en hacer las cosas mal para ver que pasa, lo que quiero decir es que si tu como madre actúas de manera sensata, sin transmitirles tu angustia permanentemente, vas a tener muchas mas posibilidades de crear un clima de comunicación y si ellos saben que pueden contar contigo para hablar, probablemente los puedas ayudar a que tomen mejores decisiones en su vida.
¿Tú crees que tus hijos realmente te tienen confianza y te cuentan lo que verdaderamente piensan y sienten o lo que creen que a ti te gustaría escuchar?
La vida familiar es la primera escuela de la vida, pero muchas mamás se quejan de que por más que quieren, no logran comunicarse con sus hijos de tal manera que ellos los escuchen y aprendan lecciones importantes de vida.
¿Te gustaría identificar lo que estás haciendo mal?
La siguiente lista ANTI – COMUNICACIÓN seguro te va a servir para romper la comunicación con tus hijos.
- Adivínales el pensamiento
- Cada vez que puedas empieza la frase con “cuando yo tenía tu edad”
- Muestra seriedad y solemnidad frente a todo lo que te comenten, hasta un chiste
- Vive bajo el lema “Haz lo que yo te diga, no lo que yo haga”
- Cada vez que se te acaben los recursos, recurre a los DEBERIAS “ Deberías ser como tu hermano” o“Deberías sacarte puros 10 s”
- Nunca les enseñes a tus hijos tus vulnerabilidades
- Jamás aceptes que te has equivocado y nunca se te ocurra pedirles perdón.
No existe una receta mágica para la comunicación EXITOSA porque cada hijo es único y especial, pero los puntos que te acabo de presentar, con toda seguridad van a impedir que tus hijos te escuchen.
Algunos papás dicen “yo voy a educar a mis hijos, como mis padres me educaron a mi” Yo como terapeuta de niños y adolescentes no te recomiendo que lo hagas porque no puedes educar a tus hijos como lo hicieron tus papas contigo, pues tus papás te educaron para un mundo que ya no existe.
¿Pero como saber si lo estás haciendo bien o mal?
¿Tú piensas que tus hijos tienen la capacidad para vivir su propia vida y que su manera de vivirla es constructiva para la sociedad?
Si contestaste SI a esta pregunta felicidades ¡Aprobaste la “materia” de ser mamá. Si tus hijos no te necesitan, no quiere decir que no te aman, si no que pueden hacer su vida sin ti y tus los ayudaste a lograrlo.
¿Te está costando trabajo ser una mamá que ayuda a sus hijos a ser autónomos y constructivos?
Preparar a nuestros hijos para el futuro requiere de estrategias que los ayuden a desarrollar un concepto fuerte y positivo de si mismos. Te regalo los siguientes lizitips para criar hijos con autoconfianza, autodisciplina, autonomía y sentido de responsabilidad.
- Trata de ser congruente, actuando tal y como dices que se debe actuar.
- Escucha más e interrumpe menos para dar tu opinión, sermonear o regañar sin tener toda la información. Trata de ponerte en los zapatos de tu hijo, no solo en los tuyos.
- Emite tus opiniones sin olvidar que NO eres el dueño de la verdad única
- No corrijas a tus hijos según tu humor del día. Si algo no está permitido no cedas porque estas “de buenas”
- No eduques con sorpresas e inconsistencia, se predecible en tu postura frente a los valores de tu casa.
- Enfatiza y reconoce las habilidades de tus hijos no sus inhabilidades
- Ten paciencia para que tu hijo haga las cosas a su propia velocidad y manera y no como tu esperas que las haga.
- Aunque estés muy molesto(a) respeta siempre su dignidad. No le pegues, no lo ofendas, no lo insultes y no te burles de él. ¿Cómo esperas que tu hijo tenga autoestima si no le enseñas a tener dignidad?.
- Hazle saber que lo amas sin condiciones y demuéstraselo con caricias, palabras y actos amorosos.
10. No lo manejes, chantajees o culpabilices. La culpa solo produce remordimiento pero no cambios de conducta constructivos.
11. Recuerda que los regalos no deben ser premios. Cuando decidas regalarle algo a tus hijos hazlo sin condición.
No siempre resulta fácil ser mamá, el cansancio, la ansiedad, la falta de apoyo y los recursos limitados pueden complicar nuestra intención de ser todo lo que queremos ser para ellos, pero estoy segura que si tu sigues los tips que te acabo de dar la relación con tus hijos va a mejorar.
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