LAS HARINAS Y LO DAÑINO PARA NUESTRA SALUD... ENTERATE.

Los efectos de las harinas en tu salud

POR REVISTADELCONSUMIDORENLÍNEA 

La gran diferencia entre las harinas integrales y refinadas, es que las primeras proporcionan energía en forma gradual, sin desequilibrar los niveles de glucosa en la sangre. Sus calorías son metabolizadas por el hígado, transformadas en glucosa  y distribuidas en el organismo en forma de energía que se libera conforme el cuerpo lo necesita. Mientras que para obtener harinas blancas, los cereales experimentan un proceso de molienda y refinamiento que implica aplastar y trocear los granos enteros para despojarlos del salvado (rico en fibra) y del germen (que contiene vitaminas, proteínas, minerales y grasas insaturadas); lo único que queda es el endospermo (hidratos de carbono), lo que lo convierte en un alimento pobre desde el punto de vista nutricional.

 

Al ingerir harinas refinadas, el cuerpo capta toneladas de azúcar dentro de sus células, de inmediato el páncreas libera insulina y deja de generar “la hormona del ayuno” llamada glucagón, responsable de que no sientas hambre. Se lleva a cabo la glucólisis, en donde el azúcar se canaliza hacia diferentes destinos y en este caso se acumula en forma de grasa mientras sientes un disparo de energía que te pone de buen humor y te ayuda a concéntrate.

 

Pero malas noticias, ese pico de entusiasmo no dura mucho, cuando termina, aumenta la secreción de adrenalina, dopamina y cortisol, hormonas que al resentir la pérdida de azúcar actúan para contrarrestar cualquier molestia como estrés, mareos, sudoración etc. LOS HIPERGLUCÉMICOS, SON AQUELLAS PERSONAS EN LAS QUE CUANDO APENAS DISMINUYE LA GLUCOSA EN SU CUERPO VAN A LA TIENDITA A COMPRAR UN PASTELITO PARA CALMAR SU ANSIEDAD O DEPRESIÓN, Y HACEN DE ESTE HÁBITO UN CÍRCULO VICIOSO. En resumen, el exceso de azúcar, proveniente de las harinas refinadas puede modificar el transporte de los nutrientes y provocar lesiones celulares, afirma Genaro Matus, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM. A nivel orgánico se alteran muchas funciones metabólicas y hormonales; y a nivel cerebral ocurre otro problema, al igual que como sucede con las drogas, actúa con quimiorreceptores que a corto o largo plazo pueden llegar a desarrollar una dependencia.

 

Así que mientras más estés acostumbrado al azúcar, mayor será el consumo que necesites para satisfacer tu necesidad.

http://revistadelconsumidor.gob.mx/?p=15933

 

 

Quiero hacer mención especial en lo que más ha cambiado en los últimos 60 años en la sociedad ya que ha llevado a derivar una epidemia de sobrepeso y obesidad, por la disponibilidad y el mercado agresivo de los jinetes blancos … asesinos silenciosos que los encontramos camuflados en cientos de productos enlatados, congelados, embolsados y encartonados que son las harinas refinadas y extra-refinadas que también se les conoce como carbohidratos.

 

Hoy vamos a análizar al tercer jinete y se lo encuentra en el exceso de carbohidratos refinados, extra-refinados y está teniendo un efecto dañino sobre la salud mundial, ya que el consumo de ellos en abundancia causa no solamente una adicción, sino además un estado de acidez en el cuerpo que reduce el normal metabolismo.

UNA DIETA ALTA EN CARBOHIDRATOS REFINADOS (HARINAS) COMO PAN, PASTA, ARROZ, CHOCOLATES, DULCES Y ALMIDONES COMO LA PAPA, YUCA PRODUCE O AGRAVA CONDICIONES COMO: PRESIÓN ALTA, VALORES ALTOS DE COLESTEROL Y TRIGLICÉRIDOS.

 

Las personas que consumen en exceso carbohidratos refinados obligan a su cuerpo también a soportar un abuso de glucosa en su sangre y a producir demasiada insulina. La insulina es la hormona ( que requiere de proteína para su formación) producida por el páncreas reduce los niveles de glucosa en la sangre y es también la hormona que permite que las células utilicen la glucosa como energía.

Y una sobreabundancia de glucosa no metabolizada circulante en la sangre, es precisamente lo que los médicos llamamos “diabetes”. O sea, que el exceso de glucosa acumulada prepara el camino para desarrollar una diabetes o agravar la diabetes.

TIENEN OTRO EFECTO QUE ES DEVASTADOR SOBRE NUESTRO ESTADO DE ÁNIMO, NUESTRAS EMOCIONES Y NUESTRO ENTUSIASMO HACIA LA VIDA. Ellos causan sueño y cansancio. Después de una buena ingesta de azúcar con harinas (postres, bizcocho, galletitas, donas, etc.) sentiremos un fuerte deseo de dormir. Los bostezos no se harán esperar minutos después de tal fiestón ya que, los carbohidratos refinados causan sueño.

 

Por otro lado, los carbohidratos refinados tienen un efecto adictivo pero también calmante, muchas personas los utilizan como “drogas” para refugiarse durante sus momentos de crisis emocional, al empezar a comer de una manera descontrolada a los jinetes blancos … asesinos silenciosos para en algo calmar su ansiedad emocional.

 

SE TRATA DE LLEGAR A UN PUNTO NO ADICTIVO DONDE UNO PUEDA LIBREMENTE ESCOGER SI UTILIZARÁ ALGÚN DULCE U OTROS CARBOHIDRATOS REFINADOS SIN QUE ELLO SIGNIFIQUE PERDER TOTALMENTE EL CONTROL Y DEJARSE DOMINAR POR EL PODER ADICTIVO DE ESTOS ALIMENTOS O BEBIDAS GASEOSAS COMO LA COLA-COLA.

 

Sí es la verdad, la exageración en el consumo está enfermando a nuestra población. Es un problema serio y grave, la realidad es que cada día hay más sobrepeso y más obesidad en nuestra sociedad a nivel mundial.

El otro serio problema es que el hombre dejó de comer fibra alimentaria (la corteza, cascara o salvado de los granos) y comenzó a comer azúcar y harinas refinadas y extra-refinadas, a incorporar altas dosis de hidratos de carbono simples de nulo valor nutritivo y alto poder glucogénico (da lugar a la formación de glucosa), precipitando incrementos desmesurados de glucosa en sangre y depósitos de glucógeno y colesterol en diferentes partes del cuerpo (especialmente en arterias y venas de cerebro, corazón, ojos, riñones, etc), no todas ellas aptas como reserva energética.

 

Lo cierto es que de un número bajo de enfermedades cardiovasculares, se ha pasado a un elevado número de accidentes cerebro y cardio-vasculares que ubica al fenómeno entre las principales causas de muerte por los jinetes blancos … asesinos silenciosos en los países desarrollados, detrás de los accidentes de tránsito y muy cerca con el cáncer en general.

 

Se confirma que la mitad de la población padece sobrepeso y esto es precisamente un aspecto que se comparte con todo el mundo civilizado y que se viene expandiendo de manera alarmante pero silenciosa, debido fundamentalmente por los progresivos y agresivos cambios que se vienen generando con las malas costumbres alimentarias. El factor hereditario con que se quiere minimizar y desplazar el problema hacia otro plano más complicado de estudio no puede explicar la altísima incidencia de la obesidad.

 

Hay dolencias que podrían evitarse con una buena alimentación y que no son menores: CIERTOS TIPOS DE CÁNCER, ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR OBSTRUCCIONES ARTERIALES, ALGUNAS FORMAS DE DIABETES, HEMORROIDES, DIVERTÍCULOS INTESTINALES, HIPERTENSIÓN ARTERIAL, Y MUCHAS OTRAS.

El estudio de viejas tribus de africanos permitió establecer el origen del sobrepeso y la mayoría de los padecimientos que generalmente lo acompañan; al menos es una gran teoría que hasta el momento no pudo ser contrarrestada.

¿Qué hace el refinamiento de los granos al transformarlos en carbohidratos?

Simplemente separa a las proteínas y las elimina: al extraerse el azúcar de la remolacha se elimina el 100% de la proteína; al molerse el trigo entero se pierde el 11,2% de las proteínas originales; en el procesamiento del arroz se elimina el 30% de la proteína y al pelarse y hervirse las papas se pierde hasta el 16% de las proteínas.

Volver al pasado

Antiguamente se comía con naturalidad, sin refinamiento y ello permitía incorporar todos los elementos nutritivos necesarios, acompañados con su respectiva cubierta de fibra. Esta fibra, que durante muchos años se discutió su valor nutritivo, terminó siendo expulsada de las dietas con el adjetivo calificativo de “inútil como nutriente”. Ejemplo de granos enteros necesarios en nuestra dieta para una correcta absorción y digestión de los nutrimentos:

  • Trigo entero.
  • Cebada.
  • Arroz integral.
  • Maíz.
  • Avena integral.
  • Quinoa.
  • Centeno.
  • Amaranto.
  • Trigo negro.
  • Mijo.
  • Soya o soja.

 

El refinamiento industrial se encargó de sellar su tumba y durante muchas generaciones los jinetes blancos … asesinos silenciosos cubrieron la necesidad de discutir acerca de la existencia y beneficios de la fibra vegetal o salvado. SE OMITIÓ, POR DESCONOCIMIENTO, EL VALOR DE LA FIBRA EN EL CORRECTO FUNCIONAMIENTO DEL TUBO DIGESTIVO y su necesaria participación para mantener el equilibrio entre la absorción de nutrimentos y la eliminación de las calorías en exceso de la incorrecta alimentación. Sin fibra o salvado evidentemente nuestra exposición a absorber todas las calorías de los alimentos es total y ello es equivalente a practicar el sedentarismo como deporte favorito.

Imaginemos una cocina tradicional de una hogar cualquiera, allí se hierven papas, se fríen aceites en palabras simples y comprensibles (se queman los aceites), se recalientan caldos y se sirven porciones de diversos postres, como biscochos, buñuelos, empanadas con aguas aromáticas, té o café. Después de comer queda un típico desorden y un sinfín de elementos cargados por las grasas y el hollín de la cocción en los utensilios de cocina, que deberán ser limpiados con elementos adecuados desgrasantes para volver a utilizarlos más tarde o al otro día, y así sucesivamente. Si así no lo hiciéramos, la grasa pegada nos haría más difícil cada día volver a preparar los alimentos con igual calidad de sabor y condiciones que la primera vez.

 

Esto mismo que hemos imaginado ocurre con nuestro organismo cuando comemos mal, cuando no ingerimos una adecuada cantidad de agua, de fibra (vegetales, hortalizas, verduras, fruras frescas), de minerales y de elementos esenciales como son las proteínas; cuando nuestra dieta diaria es rica en grasas, carnes fritas, cremas, dulces, azúcar y harinas refinadas y extra-refinadas. En estas condiciones nuestro organismo (a nivel celular) y gracias a los jinetes blancos … asesinos silenciosos comienza a modificarse en un inicio para luego por la sobre exposición deformar su estructura y su funcionamiento.

Ya desde bebés comenzamos a incorporar harinas refinadas desprovistas de fibra, dulces a granel y absorber hidratos simples a mansalva, que solo incrementan la glucemia y fuerzan al metabolismo a depositar grasas.

 

Hay enfermedades que llevan muchos años de presencia y su desarrollo pudo haberse evitado; entre ellas la diabetes del adulto, la divertículos intestinal, los pólipos intestinales, las várices de los miembros inferiores, la constipación, los cálculos biliares, la úlcera péptica y las enfermedades cardiovasculares en general y en particular la arterioesclerosis.

Si consultáramos a diversos especialistas seguramente cada uno tendría muchas explicaciones técnicas que nos dejarían asombrados y hablarían muy bien de los avances de la ciencia, pero probablemente pocos de ellos mencionarían al denominador común que las transforma en enfermedades de condicionamiento nutricional: EL MAL HÁBITO ALIMENTARIO ADQUIRIDO POR LA DESINFORMACIÓN EN LAS ÚLTIMAS GENERACIONES.


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Comentarios

  • Excelente información y muy elocuente forma de presentarla . Muchas gracias, aumentó mi convicción acerca de la importancia de mejorar mis hábitos alimentarios para una mejor vida no sólo física sino mental y espiritual. 

  • Gracias por tan valiosa inormación!!

    Betty Vázquez

  • Hola , mil gracias por la información. Yo desconocía por completo como funcionaba esto de los azúcares¡ lo pensaré dos veces antes de comerme un gansito

  • Muchísimas gracias por la información, hasta hoy era un  súper candidato para esa terrible enfermedad.

  • TIENEN TODA LA RAZON, LO ÙNICO QUE NECESITAMOS ES TENER BUENOS HABITOS Y LA VERDADESTOY DE ACUERDO QUE LO NATURAL ES LO MAS SABROSO, TODO ES CUESTION DE ACOSTUMBRAR A LA FAMILIA DESDE PEQUEÑOS Y LOS ADULTOS TRATAR DE ENTENDER QUE SI QUEREMOS ESTAR SANOS LO MEJOR ES HACER UN ESFUERZO Y CAMBIAR NUESTROS MALOS HABITOS, SALUDOS

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