Esta es la historia de una niña muy maleducada.
Su mala educación, como siempre, empezó en casa, con unos padres que se esforzaron mucho para enseñarle que sus sentimientos e ideas no eran importantes, porque lo que contaba era comportarse de forma exquisita, con modales de princesa.
Estaba tan mal educada que fue instruida en el arte de disimular cualquier sentimiento negativo o incómodo, como el enojo o la tristeza, porque eran “feos” y había, siempre, que ponerlos detrás de una sonrisa muy cuidada por la ortodoncia.
Esta niña maleducada fue entrenada con esmero en las artes de la sumisión y el disimulo, porque la autoafirmación y la asertividad eran tenidas por cosa de gente loca y de pésimo gusto. Por eso, esta niña aprendió a vivir un mundo de apariencias, donde es más importante estar maquillada y bien vestida que ser feliz, y en el que hay que cuidar mucho el qué dirán por encima de cualquier muestra de espontaneidad.
La niña maleducada de quien les hablo, aprendió que el alcoholismo de su papá y otras formas de disfuncionalidad familiar no debían siquiera mencionarse, pues para irla llevando existen la codependencia y la anulación personal, faltaba más. Esta pequeña tuvo que acostumbrarse a vivir rodeada de personas y situaciones que no le gustaban, porque poner un límite es algo que no le está permitido a una señorita como ella.
En el colmo de la mala educación, sus padres le pagaron clases particulares con el fin de que aprendiera cuatro idiomas, en los cuales también debe callar su verdad.
La niña maleducada sabe de vinos, sabe de marcas, sabe de viajes, sabe equitación. Pero no tiene la menor idea de quién es ella.
La niña maleducada gasta mucho dinero en tranquilizantes, antidepresivos y pastillas para dormir, pero jamás irá a terapia, porque ella no está enferma, eso es para dementes y, además, si alguien se entera, pues qué vergüenza.
La niña maleducada sabe adornar la verdad, disimular, complacer a otros y no se explica por qué siempre quiere llorar y se siente tan mal y es muy probable que nunca se diga la verdad, porque sólo sabe vivir para otros y ver hacia fuera, no dentro de ella.
Con lo esmerada que fue su mala educación, nadie se explica qué es lo que salió tan mal.
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Comentarios
Un beso, Tere querida. Gracias a ti!!!!
¡Gracias¡
Silvia, muchas gracias por compartir! lamento mucho el fallecimiento repentino de tu hermana. Ojalá tú y tus papás encuentren consuelo sin importar las apariencias. Te mando un gran abrazo!!!
AURORA QUE BUENISIMA REFLEXION YO CREO QUE FUE PARTE DE LA EDUCACION DE HACE ALGUNOS AÑOS .
TAMBIEN DE NIÑOS MALEDUCADOS .HACE UNOS MESES MURIO MI HERMANA DE 51 AÑOS DE MANERA REPENTINA LE DIO UN INFARTO Y MI PAPA NO LLORA PORQUE TIENE QUE SER FUERTE Y POR MAS QUE LE DIGO QUE YA NO ES ASI, EL SIGUE EN ESA IDEAS ESTA SUFRIENDO MUCHO ,AL HBLAR SOBRE MI HERMANA SE LE QUIERA LA VOZ AL IGUAL QUE MI MAMA . MI PAPA TIENE 82 AÑOS Y MI MAMA 76
VOY A PLATICAR CON ELLOS ESTE COMENTARIO PARA VER SI REFLEXIONAN COMO YO. A DARSE LA PORTUNIDAD DE SENTIR.,DEJANDO ATRAS ESE QUE DIRAN..........
GRACIAS POR ESTOS ESPACIOS QUE NOS AYUDAN TANTO
SILVIA
Querida Rocío, nunca es tarde!!! si todavía sueñas con tus metas, es porque aún puedes ir hacia ellas! Te deseo muchos éxitos!
Elsidia, qué bueno que quieras retar a estos ejemplos de mala educación. Te mando un abrazo!
Parece que relataron mi vida, excepto en la ultima parte de tomar antidepresivos, y no ir a terapia. Esto es muy cierto, que coraje hoy que ya soy adulta y no niña darme cuenta que muchos de mis sueños los pisotearon y me hicieron creer que era una extraterrestre al expresar mi sentir y peor aun sentir frustración por que por esa mala educación y esos miedos no logre muchas cosas que tanto deseaba y ahora solo se quedaran en sueños y deseos.
Bien bueno su escrito, es una lástima que existan muchos casos de mala educación como estos, esperemos seguir contando con sitios como RETOS FEMENINOS paras ir retándolos, gracias.