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La neurociencia hoy nos muestra cómo la química del cerebro afecta a la manera de pensar, sentir y vivir. Cuando cambiamos nuestro estilo de pensamiento, cambiamos nuestros circuitos neuronales.
Nuevos estudios con técnicas de neuroimágenes han desafiado las nociones convencionales sobre la función del cerebro en relación a las emociones. Se han identificado distintos patrones emocionales y su relación con la actividad del cerebro. Estos se pueden entrenar para que podamos ser más resilientes, más productivos y posiblemente más felices. Por ello mismo
llevo años investigando, probando y enseñando sobre las reacciones que tienen las personas en diferentes periodos de su vida, hacia dentro y hacia fuera de su mente. Puedes encontrar referencias en mi bibliografía
http://www.edicionesobelisco.com/…/lopez-benedi-juan-antonio (El corazón inteligente, La Comunicación integral, Reír para vivir mejor, Emociones, Hacerse Mayor, entre muchos otros libros). He ayudado a muchas personas a recuperarse de procesos traumáticos, mientras otras quedan simplemente destruidas, cuando tan sólo dejan pasar el tiempo. Puedes entrar en
http://desbloqueo-emocional.com/ y solicitar ayuda.
En mi libro “Emociones”, hablo de los procesos de transformación constructiva desde las vivencias más profundas e inconscientes, a las que no se puede llegar a través del razonamiento. Si conseguimos ser conscientes del marco simbólico-emocional que opera en nuestra mente, a modo de piloto automático, transformándolo, podremos evitarnos mucho sufrimiento y conseguir mejoras constatables en todos los
aspectos de nuestra vida personal, social y profesional.
Hay personas que no logran modular su conducta emocional en función del contexto en el que habitan. Por ejemplo, los soldados que experimentaron estrés post-traumático y son incapaces de calibrar su comportamiento en un entorno diferente, pues siguen estando en el mismo lugar siempre (entran en alerta simplemente al escuchar la sirena de la alarma del vecino).
Resiliencia
Las personas que logran mirar honestamente sus fantasías y sus reacciones puede descubrir con claridad dónde están sus niveles de resistencia y entrenarse para un cambio resiliente. El campo de investigación de la neurociencia y neuroplasticidad ha llegado a demostrar que el cerebro se puede regenerar mediante su uso y potenciación.
La neuroplasticidad es la característica más cierta del cerebro. Considerando que éste es orgánico, que fluye, somos capaces de crear nuevas conexiones nerviosas a lo largo de toda nuestra vida. Estamos continuamente creando sinapsis o conexiones; aunque los niños y jóvenes tienen mayores capacidades, los seres humanos somos neuroplásticos por naturaleza.
Si quieres, puedes. Ahora cuentas con el equipo y las herramientas adecuadas para conseguirlo.