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La culpa es un  sentimiento de responsabilidad o remordimiento, por alguna ofensa, alguna equivocación en nuestro actuar ya sea real o  hasta imaginaria. Es decir, que la culpa es parte de nuestra consciencia que nos confronta y nos condena por acciones y/o pensamientos que sólo son obstáculos en nuestro desarrollo personal.

Aunque también puedo decir que la  culpa es un arma de doble filo, ya que si en ocasiones nos  ayuda a tomar consciencia de cómo actuar correctamente, en otras se convierte  en un peso  muy difícil de soportar y esto sobre todo, si se trata de culpas imaginarias o infundadas.

 Por otro lado está la inseguridad que va  muy íntimamente ligada con la culpa, porque se trata de la falta de confianza en sí mism@, y es ella la que lleva  a generar las culpas imaginarias. La inseguridad es la que nos invita a tener dudas e incertidumbre, la que trae a nuestra mente muchas preguntas como:

 ¿Estaré haciendo lo correcto o justo? ¿Fui muy dura al decirle lo que sentía? ¿Será que de verdad soy buena para esto o aquello? ¿Podré con esto?,¿Seguiré siendo buena madre si me voy a trabajar?etc.

 Para nuestro desarrollo personal es por demás importante  aprender a diferenciar los tipos de culpa, a manera de evitar atraer inseguridad antes estas, y te puedo mencionar  algunos tipos de culpa.

a)     La culpa real: Es aquella que se genera por nuestra forma de actuar en nuestra vida diaria, por algún error o falta  cometida.

b)     La culpa imaginaria: Que es aquella creada por  nuestra mente basándose en nuestras inseguridades, las suposiciones que lo único que hacen llenarnos la cabeza de cosas.

c)      La culpa infundida: Que es aquello que nos adjudicamos como consecuencias de las opiniones negativas de nuestro entorno, son suposiciones de los demás acerca de nosotros o  de nuestro actuar que nos adjudicamos como verdad.

(d) La culpa existencial: Esta se da en todo ser humano, ya que el objetivo que todos tenemos pues es nuestra autorrealización pero debido a las limitaciones que cada uno como persona tiene, pues entre lo que queremos hacer y lo que  podemos es donde se genera la culpa existencial, que de  alguna forma es llevadera pero cuando ya deja de serlo y se vuelve una fuente de insatisfacción, es cuando necesitamos ayuda psicológica, para poder encontrar un nuevo sentido de vida.

(e) La culpa neurótica: Es aquella que se caracteriza porque produce síntomas de neurosis, es decir, cuando estamos nerviosas, susceptibles, nos empeora el carácter, hay remordimientos (conscientes o inconscientes), cuando hay sentimientos de inseguridad, alguna enfermedad, cuando actuamos de forma compulsiva ya sea comer, dormir, comprar, limpiar, ordenar y algunas otras más. Además, la culpa neurótica es depresiva. La depresión se manifiesta en un disgusto por la vida, un desaliento en general, y esto nos impide vivir de forma más efectiva.

   La culpa tiene muchísimo que ver con tu nivel de exigencia personal y lo críticos que eran en tu hogar de infancia. ¿Por qué comento esto? Cuando optamos por ponernos retos  que nos sirve  sirva como superación personal, que eso está bien, pero si tus expectativas en cuanto a lo que quieres conseguir son irracionales o se contradicen con tu naturaleza innata esto va a ser la causa de una insatisfacción constante, de estar llena de culpa por no poder cumplir tus propias expectativas.  Todos tenemos ideales personales que intentamos alcanzar, y cada vez que fallamos en alcanzarlos nos sentimos culpables; pues surge una contradicción entre nuestro ideal de lo que deseamos ser y lo que realmente somos.

 Aquí es donde la culpa aparece y busca castigo (hiciste algo mal y tu mente justiciera cree que debes pagar por ello) y si no la liberas, te lo hará notar a través de enfermedades que serán un auténtico auto-castigo. Es importante saber que el objetivo de la vida es ser feliz y aprender a amar. A partir de aquí cada uno se pone sus normas de auto-exigencia y sus "deberías": "debería ser ordenada", "debería dejar de fumar", "debería estudiar derecho", "debería ser mejor madre" “etc. Entre algunos “deberías” hay tuyos y otros no., ya que corresponden a las expectativas de otras personas sobre ti, y en dónde tú simplemente les has dado poder para que te afecten y te sientas inadecuad@ si no los conviertes en realidad.

 Pero todavía estás a tiempo de elegir. Escoge aquello que te haga sentir bien y sustituye los "debería" por "podría": "si quisiera podría ser ordenada", "si quisiera podría estudiar derecho" etc. 

Nada que sea sentirse mal ayuda nunca a nadie. Si realmente has hecho algo que consideras muy malo, intenta solucionarlo si se puede y luego libéralo y perdónate. La culpa reiterada se convierte en odio hacia tí mism@ y si pierdes tu conexión interior todo se estanca en tu vida. El amor mueve el mundo; si no hay amor nada se mueve en tu Vida.

3 PASOS PARA DOMINAR LA CULPA

1.-Clasificarlas: Considerando los tipos de culpa que acabo de mencionar, es tener presente las culpas que guardamos en nuestro interior y para esto, se necesita sinceridad consigo mism@. Una vez que ya la has identificado, entonces se podrá ver con mayor claridad y podremos alejar de nuestra mente aquellas culpas que sólo son obstáculos para responsabilizarnos de lo que realmente nos corresponde.

 2.-Autoconsejo: Imagina que  tu mejor amig@ quién está haciendo  esa clasificación y escríbelas  en una hoja, piensa ahora, ¿qué le dirías a tu mejor amig@ de todo eso que guarda en su interior?  Y escribe esos consejos en una hoja y guárdala como un tesoro. Y cada vez que  tengas  esos ataque de culpa primero ten claro qué tipo de culpa es, toma la hoja de consejos de tu mejor amig@ y léela para ti, ya que esto  te facilitará sacar a flote las emociones negativas y podrá cambiar tu visión a una forma más positiva.

 3.- Déjalas ir: En ese momento toma la lista de esas culpas y destrúyela expresando en voz alta “En este momento decido liberarme de toda culpa”. Con esto podrás sentirte mejor y evitaras  dañar tu autoestima.

 Ahora bien, si se tratará de alguna culpa real siempre hay forma de enmendar y compensar el error; y si así no fuera,  nunca es tarde para pedir perdón ya que el reconocer que hiciste mal aunque no arregla la situación, si te libera de la culpa asumiendo tu responsabilidad.

 Pero si se trata de culpa imaginaria  date cuenta de que sólo está en tu mente y que  depende de ti eliminarla para  volver a tu estabilidad emocional. Lo mismo puedes hacer con la culpa infundida, no permitas que nadie te llene de inseguridad y mucho menos te manipule adjudicándote  culpa, deja de prestar atención a comentarios que no te hacen bien.  Si se tratara de la culpa existencial, deja de atormentarte por el pasado que ya no puede cambiar, mejor ocúpate ahora en este presente y haz lo necesario para sentirte bien contigo misma. 

No se trata de complacer a los demás para sentirte culpable. Depende de ti mism@ liberarte de  toda culpa, ya  que sólo entorpece tu bienestar emocional.

 La culpa siempre nos indica que tenemos que cambiar algo, así que hay que aprender la lección tan valiosa que nos trae la culpa para no repetir los mismos errores.

Aligera la carga emocional y ¡¡ libérate de culpas!!.

LDH. Sandy González Guzmán 

Terapeuta Desarrollo Personal

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