L A ESCLAVA

ESCLAVA mía, témeme. Ámame. Esclava mía!Soy contigo el ocaso más vasto de mi cielo,y en él despunta mi alma como una estrella fría.Cuando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos.Mi propio latigazo cae sobre mi vida.Eres lo que está dentro de mí y está lejano.Huyendo como un coro de nieblas perseguidas.Junto a mí, pero ¿dónde? Lejos, lo que está lejos.Y lo que estando lejos bajo mis pies camina.El eco de la voz más allá del silencio.Y lo que en mi alma crece como el musgo en las ruinas.Pablo NerudaAmor y esclavaLos sufis llaman al amor con una bella palabra: mahabba. En su cosmovisión no sólo es un significante sino que, de modo especial, es tanto un camino como una morada espiritual. Es decir, un sendero y un hogar para el alma. Un amo es para una esclava ambas cosasEl mundo de los derviches, envuelto por las nubes de arena y el aroma de las palmeras que despierta tanto la imaginación como los sentidos, concibe la existencia de nueve pasos o estancias espirituales (maqāmāt) del sendero, nada sencillo, que conduce al murid (discípulo) hacia la plenitud espiritual en Allah. La esclava es pupila a la cual el amo guia hacia su realización.En ese itinerario interior los pasos que hay dar para alcanzar tal meta son, tanto para el sufi como para una eslava, nueve: arrepentimiento (toba), renuncia (zohd), perseverancia (sabr), agradecimiento (shokr), respeto reverencial (jof), satisfacción (rezā), esperanza (raŷā), confianza plena (tawakkul) y amor (mahabba).Este camino la esclava lo recorre, primero, de la mano del amo para luego, direccionar ese aprendizaje con su Alma.ArrepentimientoEl primer paso que debe dar un aprendiz es arrepentirse de haber tenido una vida a la intemperie de su amo: haber vivido creyendo que la vida sin su amo no era vida.El arrepentimiento es una práctica que implica entrega y el acto de humildad de aceptar no ser nada fuera del amo. Es frecuente que la esclava en esta morada traicione con sus conductas su propósito conciente. Es necesario que pueda romper con los patrones que la atan a la ilusión de libertad. A los pies de su amo debe pedir perdón de modo pleno y constante hasta que sus decires y haceres se conjuguen en una unidad.La esclava debe aprender en cuerpo y alma a arrepentirse y debe agradecer a su amo la dedicación amorosa y firme que este le presta para que pueda alcanzar la gracia del perdón.RenunciaEl segundo, renunciar a cualquier otra cosa que no sea la regla del amo, renunciar a la propia voluntad y al propio Yo.La esclava debe tener la atención centrada en su amo y la verdadera renuncia consiste en que pueda decir de todo corazón: no hay otro foco de luz en mi vida que mi amo.PerseveranciaLa tercera, perseverar sin desmayar ante los errores en los que pueda incurrir durante la doma que la lleva a ser, progresivamente, una esclava perfecta.La esclava no debe juzgar sus actos y solo observar los comentarios de su amo sobre ellos. Debe ser constante en su esfuerzo por aprender sin juzgar sobre nada de lo que genere o le acontezca. Debe aprender que si logra avances es debido a que su amo la guía y la corrija.AgradecimientoLa cuarta, agradecer al amo por los dones que el derrama sobre su cuerpo y sobre su alma y agradecer a Dios y a la vida por la suerte de haber logrado tener un amo que la dignifica. Un grave pecado de la esclava es no ser agradecidaRespetoLa quinta, respeto reverencial a la palabra, los deseos y la presencia del amo. Una esclava sólo debe escuchar un murmullo del amo y realizar su anhelo. Debe aprender a interpretar sus miradas y valorar todo lo que el amo haya tocado o proceda de él. Cuando la esclava aprende el valor del respeto a su amo aprende a respetarse ella misma como persona. Ser esclava no es ser denigrada, desvalorizada o vejada. Por el contrario, constituye una oportunidad que solo las mujeres fuertes son capaces de tomar entre sus manos.SatisfacciónLa sexta, consiste en sentir satisfacción al ser colmada totalmente por el amo, en cada momento y en toda ocasión. El amo la llena con su palabra, con su presencia, con sus caricias. Si la esclava no alcanza la plenitud del placer en toda circunstancia con su amo debe aprender a pedir ser castigada hasta que nunca deje de dar lo máximo de ella cuando esta con su amo.EsperanzaLa séptima, la esperanza de que su actitud y comportamiento logre agradar al amo y le permita ser una esclava perfecta. La esperanza aleja la angustia y si una esclava esta dominada por esta emoción no esta alineada con su amo.ConfianzaLa octava, la confianza plena en la voz del amo, en que sus decisiones son el mejor sendero para ella. Esta virtud debe ser una actitud militante de la esclava, sin resquicio alguno, sin duda ninguna. La esclava no tiene otro pensamiento que no sea aquel con el cual su amo la nutre.AmorEl amor incondicional al amo, que hace que la esclava exista solo por ese amor, es la morada final de la esclava.El amor al que se hace alusión aquí es comprendido como el estar totalmente sumergido en el Bien Amado y abandonar toda voluntad propia junto a la Suya. La amante esclava no tiene, entonces, determinación propia, el amor a Dios le tiene totalmente absorbida. Por eso “Quien haya gustado del verdadero amor de Dios se despreocupa de cualquier otra cosa”.Para una esclava no existe mayor amor que el que profesa a su amo. Es en el amor a su amo que su existir cobra sentido. Su amo es su Dios y en él encuentra la sabiduría, la plenitud y la dicha que alimenta su vida. En su mente no hay dudas, ni en su corazón desaliento, ni temblor en sus manos, ni nada de lo que pueda sucederle empaña el gozo que halla en su amo.Si la esclava es en su amo tendrá paz, reposo y serenidad porque tendrá la certeza de que hay una persona por sobre todas las cosas que la asistirá, consolará y le enseñará a ser plena como mujer.Querida esclava ¿En que medida estas dispuesta a habitar todas y cada una de estas moradas?
Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos