Finaliza un año mas en donde cada quien hace recuento de los logros obtenidos, de los propósitos que nos trazamos al iniciar este ciclo, las adversidades enfrentadas y que finalmente nos dejan un gran aprendizaje.Si bien muchos de los momentos que visualizamos, expectativas que diseñamos con diferentes matices en diversos grados se alcanzaron, y aún esforzándonos en tener control de las mismas, como seres humanos sensibles al lado emocional que nos mueve cada día, influyen en nuestro ánimo.Por otro lado el escenario socioeconómico que por diversos medios nos repiten que será complejo, con muchos desafíos que afrontar para sobrevivir en la jungla cotidiana; nuestro contexto local en donde aunado a ello se suman las herencias generacionales, la repetición de patrones de conducta, desde lo personal, pasando por el terreno laboral hasta llegar a la dinámica de “pareja ideal” que conviene o se debe cumplir, así entrar dentro de lo establecido y especialmente en las expectativas de todos, dejando a un lado las propias.Sin llegar a plantear una visión extremista, ni complaciente ante lo que nos sucede, simplemente es hacer un alto en nuestro proyecto de vida, detenernos, valorar a las personas y momentos con los que contamos cada día. Es increíble ver que es mas fácil hablar de la complejidad de la crisis que se acerca, que el poder disfrutar un instante de simplicidad como una buena charla de café con un amigo y rodearse de elementos que nos ayuden a crecer!Si uniéramos toda la energía que se logra concentrar en generar problemas donde no los hay, rumores sin fundamentos, discusiones sin previo diálogo para conciliar y escuchar la opinión del otro, miedos que nos guardamos en el silencio de nuestra alma, en lugar de expresar oportunamente nuestros sentimientos, muchas soluciones y propuestas pro positivas brindaríamos a nuestro entorno.Mas que hacer una lista de propósitos y expectativas, es tiempo de empezar a invertir en la principal persona que detonará la Felicidad que tanto añoramos, nosotros mismos, tiempo de dejar de ver la “paja en el ojo ajeno” cuando tenemos mucho que trabajar en materia de autoestima, complejos que seguimos cargando y que incluso los delegamos a terceras personas que los “fomentaron”, cuando en el fondo de nuestro corazón sabemos que al darnos cuenta que existen, como adultos que somos podemos asumirlos e ir esforzándonos en que poco a poco si bien no desaparecerán, por lo menos tendremos conciencia para cuidar que ya no afecten las diversas relaciones personales que a lo largo de nuestro proyecto de vida y carrera vamos teniendo.Gracias 2009 por todo!!! y Bienvenido 2010!
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