¿Cuántas de las promesas que te has hecho se han quedado en la hoja de propósitos de Año Nuevo?
Si haces un recuento de lo que has deseado. ¿Ha variado en los últimos años o año tras año deseas lo mismo?
Según el neuro-científico Joe Dispenza, pasando los 35 años de edad, el 95% de nuestras conductas, deseos y pensamientos están basados en experiencias pasadas. Esto quiere decir que tenemos sólo un 5% libre para crear nuestra vida.
Al meditar sobre esta información, me di cuenta que yo llevo años deseando cosas específicas y que cuando no se cumplen de la forma en la que yo deseo, me decepciono, pierdo la esperanza y por si fuera poco, me castigo.
También me he dado cuenta, que por estar esperando lo que quiero, me ha evitado ver lo que si ha llegado a mi vida casi sin planear. De hecho las cosas más bellas que han ocurrido en mi vida, han aparecido cuando menos las esperaba.
Es por esto que este año elijo desear lo que ni siquiera sé que puedo desear, a amar de la manera en la que ni siquiera conozco que se pueda amar, quiero conocer la paz de una forma que hoy para mi es impensable, me abro a la abundancia del Universo y pido que mi alma se abra para recibirla.
Creo que de pronto limitamos al Universo a que nos muestre su infinita capacidad. Nuestra mente racional se cierra a lo conocido en un intento de cuidarnos y nos hace temer lo desconocido. Sin embargo, la evolución y la transformación ocurren cuando nos salimos de esas zonas que reconocemos y que para cada quien pueden ser diferentes; Por ejemplo, para alguien que vivió maltrato, es muy probable que tema arriesgarse a relacionarse con alguien que la trate bien. Es decir, no siempre las zonas desconocidas tienen que ser negativas, simplemente son diferentes.
¿Te sientes satisfecha con tu vida hoy?
¿Sientes que ya has dado todo lo que tenías que dar?
¿Piensas que no hay nada más para ti?
Si contestas que NO me parece maravilloso, ya que estás lista para entrar en la maravillosa inercia del crecimiento.
Uno de los primeros pasos para ir más allá, ampliar tu percepción y estar abierta a los milagros que la vida tiene a manos llenas para nosotros, es arriesgarte a hacer cada día algo diferente a lo que es común para ti.
Algunas ideas son:
o Lávate los dientes con la mano contraria a la que usas siempre.
o Prueba al menos una vez a la semana algo diferente de comer.
o Acepta aquella invitación que normalmente rechazarías.
o Cambia tu peinado
o Lee sobre algún tema que no llame mucho tu atención.
o Platica con alguien con quien normalmente no platicas.
o Haz una lista de deseos que no incluya ninguno que ya hayas deseado anteriormente.
La vida constantemente nos empuja a probar nuestro enorme potencial, vamos a unirnos a su intención en lugar de contradecirla porque …..¡La vida es más lista y seguramente ganará!
Te deseo un año lleno de retos, de aprendizaje de crecimiento, de diferencias que hagan que tu vida valga la pena ser vivida.
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