ENVIDIA Y CELOS ENTRE MUJERES EN EL AMBIENTE LABORAL.

En las últimas décadas la inserción de la mujer al mundo laboral ha crecido enormemente. Las mujeres queremos ocupar puestos de trabajo en todos los niveles y superarnos cada día.

Sin embargo, en la vida diaria encontramos muchas mujeres que en lugar de apoyarse unas a otras se critican, boicotean y lastiman, impidiendo realizar su trabajo u obtener un mejor puesto. Veamos que sucede:

Los celos y la envidia son emociones muy comunes que llegamos incluso a experimentar a diario. Sin embargo, hasta ahora se pensaba que estos sentimientos se experimentaban del mismo modo en ambos sexos.

Un estudio realizado a nivel internacional sostiene que, en un entorno laboral, la competencia tiene un efecto mayor en las mujeres que en los hombres. Entretanto, las habilidades sociales generan celos y envidia en ambos sexos del mismo modo.

Las mujeres que tienen una necesidad más alta de competencia hacia las demás mujeres son más celosas cuando la rival es más atractiva, y se sienten más envidiosas cuando se enfrentan a una mujer poderosa y dominante.

Esto podría parecerse más a una novela o película, sin embargo, se presenta en diversos ambientes laborales.

¿Cual es la diferencia entre los celos y la envidia? Los primeros se entienden como una amenaza o pérdida de logros en una relación por causa de la interferencia de un tercero o rival y suponen la pérdida o amenaza de perder lo que se tenía (en este caso: un puesto, la confianza del jefe, una promoción). Mientras que la envidia es la respuesta de una persona a otra porque es más habilidoso, exitoso o posee una cualidad que la primera desea.

Tanto los celos como la envidia puedes generar estrés en los trabajadores y afectar negativamente a la calidad de la vida laboral y por ende a la empresa.

Ahora bien, si eres una mujer que causa celos o envidia de otras que trabajan contigo, existen dos formas de actuar:

- Desarmar a la envidia, para lo cual debes preguntarte muy sinceramente: ¿tu conducta en el trabajo es censurable? ¿has hecho algo para activar sus sentimientos de envidia? ¿has despreciado a las demás o has empequeñecido sus logros?

Son preguntas que debes hacerte, porque tal vez eres tu quien está provocando este sentimiento. Si reconoces que has tenido tratos negativos, debes cambiarlos.

Lo mejor será ser cordial y amistosa, y contribuir con la autoestima de las demás, dales confianza a las otras compartiendo tu éxito y enseñándoles a ser exitosas.

Si has sido arrogante en el pasado, compensa esta actitud y trata de hacer las paces con tus compañeras de trabajo.

Por el bien de tu carrera, reputación y sanidad, es imperativo que evites peleas y sentimientos enfermizos en tu trabajo. Serás una mujer mucho más profesional y seria.

La otra forma es la de ganarte el respeto de tus compañeras de trabajo. Pregúntate: ¿las demás te ven como un agente mercenario que sólo busca alcanzar el número uno sin importar a quién deba derribar en el camino? Si la respuesta es afirmativa, tienes que cambiar de actitud.
Se una mujer que anteponga el trabajo en equipo y a sus compañeras y subordinadas a todo lo demás. Nada te hará ganar más el respeto de los demás que las actitudes que tomes con las personas con las cuales trabajas.

Y si reconoces a otra mujer, ya sea colega o subordinada tuya, que tiene estos sentimientos hacia ti, reemplaza la envidia, es decir, otórgale el crédito cuando se lo merezca y, a veces, incluso cuando no se lo merezca.

Hazte el tiempo para felicitar a otras y a otros por su éxito. Y trata de no sentir celos por alguien más; recuerda que TU no estás exenta, ya que como mencionamos son emociones que se presentan en todas las personas relativamente fáciles.

Si tienes sentimientos de envidia o das muestras de acciones o comportamientos negativos, es posible que coseches una respuesta similar. Mantén en lo posible un perfil de humildad ya que llegar a los sentimientos de la otra antes de que se desarrolle una envidia incontrolable es la clave.

Y si eres TU quien siente envidia por otras mujeres, reflexiona a fondo el porqué, ¿cómo está tu autoestima, tu seguridad en lo que haces y en tu trabajo? Recuerda: superarse no significa ser mejor que las demás…sino ser mejor tu misma.

Invito a todas las mujeres a dejar los celos y la envidia de unas hacia otras en el trabajo a un lado. Debemos apoyarnos, trabajar en equipo, enseñar a las que no saben y ser una buena jefa con los subordinados hombres, y especialmente con las subordinadas mujeres.

Pongamos nuestras habilidades profesionales por delante y no permitamos que estos sentimientos negativos interfieran con nuestro desempeño en el trabajo.


Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com. Facebook: Lucia Legorreta

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