Casi la mitad de nuestro día la pasamos en el entorno laboral y aunque amemos nuestra carrera o profesión, muchas veces la rutina o la monotonía empiezan a hacer estragos en nuestra vida. Nos sentimos infelices y amargados, siempre con la expectativa de tener algo mejor.
Según la Organización Mundial de la Salud, el 60% de la improductividad de los trabajadores es a causa de un mal manejo del estrés. Y otros sondeos como el de Gallup indican que sólo el 15% de las personas son felices en su lugar de trabajo, lo que hace que el nivel de compromiso y motivación sean bajos, teniendo así una baja productividad.
Estas cifras son solo la muestra de la importancia de la felicidad en el trabajo, un tema que en la actualidad es una preocupación para muchas empresas y que antes era algo impensable. Si tu jefe no te veía contento, simplemente te decía: “Si no estás feliz, puedes irte y buscar otro trabajo”. Esto ha ido cambiando a lo largo de los años.
El tema de la felicidad no ha pasado desapercibido en el mundo empresarial. Como bien sabemos, los empleados son la columna vertebral de todas las organizaciones y, como era de esperar, los estudios muestran que los empleados felices están más motivados, son más productivos y están más comprometidos.
Por ejemplo, dos trabajadores pueden tener la misma labor dentro de la empresa, el mismo horario, las mismas condiciones laborales; pero la experiencia que tendrá cada uno es distinta. Si uno de ellos le apasiona lo que hace, se sentirá feliz y el tiempo en el trabajo se le pasará rápido. El dará lo mejor de sí. No querrá irse cuando llegue la hora de salida. El otro, en cambio, si no le gusta lo que hace o quizá no sea su vocación, empezará a sentirse insatisfecho y por lo tanto infeliz. El día se le hará eterno, no hará un buen trabajo y estará desesperado esperando la hora de poder salir de allí.
Si sientes que ese no es tu lugar, primero agradece lo que tienes, piensa en todas las cosas por las cuales sí podrías estar agradecido de estar ahí, esto cambiará tu energía inmediatamente. Antes de salir y buscar otro trabajo, debes empezar por trabajar primero en ti, descubrir quién eres, lo que te apasiona, lo que harías aunque no te pagaran y ser consciente de tus talentos únicos. Esto te ayudará a encontrar lo que verdaderamente quieres y funcionaría para ti.
Entonces recuerda:
Suelta las expectativas, vive en el presente: La felicidad en el trabajo parte primero por empezar a aceptar lo que tenemos en el presente, dejar de tener expectativas, ya que esto solo genera ansiedad y frustración y te lleva a vivir en el futuro. Al apreciar lo que tenemos y no lo que pensamos que deberíamos tener, empezaremos a ver que en realidad estamos en el lugar correcto y perfecto. Confía y vive el presente al máximo y verás cómo tu futuro se irá perfilando y la abundancia llegará a tu vida.
Agradece: Da gracias por las pequeñas y grandes cosas que tienes. Lo que te gusta y lo que no te gusta. Más puertas se abrirán y más oportunidades vendrán a tu vida cuando agradezcas lo que tienes, en vez de concentrarte en lo que piensas que te falta.
Practica el autoconocimiento: Empieza por darte cuenta que eres único. Se consciente de tus talentos, fortalezas, limitaciones y defectos. Solo así podrás enfrentar con resiliencia todos los retos y dificultades que se te presenten, en lo laboral y en la vida.
En el momento que descubras tu verdadero ser, te permitas ser guiado, te mantengas presente, disfrutando, y agradeciendo, el Universo será tu aliado y todo lo bueno y correcto llegará sin esfuerzo.
Suelta y confía.
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