EL TIEMPO LIBRE DE LOS HIJOS

Es tan importante lo que hacen nuestros hijos en su tiempo “útil”:  escuela, clases, familia, como lo que realicen en su tiempo libre.

 

El ocio o tiempo libre, como queramos llamarlo, es un maravilloso auxiliar y complemento de nuestra vida, que ofrece un extraordinario abanico de posibilidades.

 

Impide que nos aburramos en las horas de descanso y desarrolla aspectos de nuestra personalidad que quedarían incompletos si contáramos únicamente con un solo interés. 

 

Si en el mundo de los adultos, la importancia del ocio es grande, en el de los niños es indispensable.   Ellos también realizan un trabajo serio.   La única diferencia con un adulto es que el niño no percibe una remuneración por su trabajo.

 

El niño estudia y, con ello, realiza un trabajo que posiblemente no le gusta nada y del que debe relajarse en sus ratos libres, tanto si le gusta como si no.   Es penoso observar a niños súper estudiosos, que no saben hacer otra cosa y que aprovechan hasta las comidas familiares para estudiar.    Lo más grave es que muchos padres se sienten orgullosos de que sean así y no se dan cuenta de las deficiencias que existen en su educación.

 

Los niños tienen que estudiar, pero también descansar, relajarse y jugar.

 

Algunas sugerencias que pueden ayudarte:

 

  • Tiempo para colaborar: la casa de es todos.  Papá y mamá trabajan dentro y fuera de ella, por lo que los hijos deben de ayudar en las distintas tareas, no solo como un deber, sino como responsabilidad.

 

Dependiendo de la edad de cada uno de ellos se pueden establecer las tareas:  levantar y hacer la cama, preparar la mesa para comidas, dejar la habitación ordenada, recoger los juguetes, sacar la basura, contestar el teléfono,  comprar lo que haga falta y otras muchas actividades que con buena actitud entre padres e hijos logra que el ambiente familiar sea cordial.

 

  • Tiempo para jugar: como padres aceptar la importancia que tiene el juego y los juguetes en el desarrollo de la personalidad de los niños.    Proporcionarles espacio y tiempo suficientes dentro de las actividades generales de la casa, para que jueguen, tener un sitio adecuado y un rato al día.

 

Fomentar los juegos y tratar de descubrir, a través de ellos, las aptitudes de los niños en otros campos.  Dejarlo que juegue solo, pero también hacerlo con él.   Nuestros hijos serán más felices con un juguete sencillo y con nuestra intervención activa que con los juguetes más costosos, pero sin nuestra presencia.

 

 

  • Tiempo para leer: hay padres que piensan que con mandar al niño al colegio ya está todo en marcha para que aprenda a leer y a escribir, olvidando que la familia es la mejor escuela en la que el niño adquiere los más importantes conocimientos, que después complementa en la escuela.

 

 

De nuestra actitud y estímulo depende muchas veces la rapidez y eficacia en el aprendizaje de la lectura.    Dependerá de cada edad e intereses el tipo de libros que debamos fomentar y definitivamente el ejemplo de que tanto leemos como padres será lo más importante.

 

 

  • Tiempo para la televisión y redes sociales: los expertos no las recomiendan antes de los dos o tres años, y a partir de esta edad es muy importante que los padres fijen horarios para que sus hijos estén frente a la televisión o computadora dependiendo de la edad y la intención.

 

 

  • Tiempo para los amigos: el tiempo libre puede y debe pasarse con los verdaderos amigos, buscando realizar actividades que los diviertan pero que también les ayuden a mejorar como personas.

 

 

  • Tiempo para crear: el ocio o tiempo libre puede despertar en el niño o adolescente el interés por la música, el arte, la escritura, pintura, escultura u otras actividades, siempre y cuando le demos el tiempo y la oportunidad de vivirlas.

 

 

En ocasiones, el tiempo libre de nuestros hijos no se llena adecuadamente, porque no lo valoramos en igualdad de importancia con el llamada tiempo útil.

 

 

La realidad del tiempo libre como tiempo para la libertad de nuestros hijos no consiste simplemente en la liberación de la actividad escolar, sino en una libre manifestación de la totalidad de su persona y, por eso, tiene un auténtico e inapreciable valor.   

 

 

¿A que dedican su tiempo libre tus hijos?

 

Lucía Legorreta de Cervantes Presidenta Nacional de CEFIM, Centro de Estudios y Formación Integral de la Mujer. cervantes.lucia@gmail.com www.lucialegorreta.com.   Facebook:  Lucia Legorreta

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