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EL PODER DE LA DECISIÓN.

La decisión es un acto de la voluntad. Cuando tomamos una decisión, dirigimos toda nuestra energía hacia la consecución de nuestros más caros anhelos, sueños e ilusiones. Por esto se vuelve de vital importancia el preguntarnos en cada momento de nuestra vida, ¿Qué es lo que realmente queremos? Y si realmente lo queremos con toda intensidad, precisión y pasión. A propósito recordemos aquella gran verdad: “Cuando deseas algo de manera tan intensa, precisa y fija, hasta las fuerzas cósmicas conspiran y se confabulan para que tus sueños se conviertan en realidad”. El gran obstáculo sigue siendo nuestra manera tan particular de procesar la información, nuestros propios filtros que hacen que nuestra potencialidad se deteriore y pierda fuerza. Es por eso también que se vuelve esencial el repasar brevemente todas y cada una de nuestras elecciones:

¿Cuáles son mis sueños?

¿Cuáles de estos quiero convertirlos en metas y objetivos?

¿Cómo me doy cuenta que los estoy alcanzando?

¿Qué quiero y requiero hacer para lograrlos?

¿Qué medidas tomo si descubro que me estoy desviando de la senda del triunfo perenne que tanto anhelo?

Si puedo dar respuesta rápida y precisa a todas y cada una de estas interrogantes. ¡Felicidades, voy por buen camino!

Tomado del Libro Bienestar Integral de José Ramón Ramos Silva. Edit. Trillas 2012. 2a. Reimpresión.