En estos últimos días pasó por mi mente abordar este tema que te comparto el día de hoy, tengo claro que en el transcurso de nuestra vida y conforme las experiencias vividas, es cuando nos damos cuenta del poder que tiene todo ser humano, el poder de elegir.
¿Parece muy fácil no? Sin embargo hay que atravesar distintas experiencias que nos orillan a tomar conciencia de cómo vivimos, cómo sentimos, cómo pensamos, qué creemos, qué interpretamos de todo aquello que acontece, y es por ello que hacemos lo que hacemos, que elegimos vivir como víctimas o como protagonistas de nuestra vida.
A partir de mi propio proceso personal es que me he percatado de la responsabilidad que tenemos en los resultados de nuestra vida, y eso mismo me ha permitido como terapeuta poder acompañar al otro a hacer conciencia de su responsabilidad implícita en aquello que vive y no a manera de juzgar sino desde la comprensión de su percepción del mundo, espejeando sus emociones y sentimientos para que pueda darse cuenta cómo es que puede cambiar.
Todas aquellas emociones nocivas que cargamos en nuestro vivir, es porque elegimos sentirnos víctimas y nos deja ancladas al pasado, a los malos momentos, a los sinsabores, a los traumas, a los complejos, al sufrimiento que sin embargo, es sufrimiento elegido que mantiene en letargo, con la conciencia adormecida, con un diálogo interior de: “me hizo “me dijo” me hizo sentir” “me abandonó””no me quiso” endosándole a los demás todo lo que soy.
Cada experiencia de nuestra vida nos permite dar un paso hacia atrás, hacia adelante o simplemente quedarnos en el mismo lugar aunque no implique que sea satisfactorio, porque todo depende de nuestro poder de elegir. De conocer nuestras reales necesidades y reconocer las carencias, ya que de ahí surge el resultado de aquello que vivimos.
Elegir guardar rencor por algo que ya pasó.
Elegir estar resentid@ por no ser amad@.
Elegir estar en una relación que no aporta nada a nuestra vida.
Elegir culpar a mis padres por vivir como vivo, aún siendo adult@.
Elegir no enfrentar situaciones para evitar el conflicto, aunque a final de cuentas el peor conflicto es el interior.
Porque el decir Sí y decir No, tiene el mismo poder de influencia en nuestra vida elegir desde la conciencia todo aquello que nutra, que sume, que alimente, que aporte, que alegre, que enriquezca, que sane, que libere, que nos haga dar un paso siempre adelante y sólo eso se consigue cuando iniciamos ese proceso de interiorización y búsqueda, de aceptar las carencias, de reconocer nuestras necesidades insatisfechas, descubriendo nuestras fortalezas, cualidades, habilidades, que no son más que nuestros recursos personales los que nos llevan a transitar por el camino de la transformación.
Nos invita a tomar conciencia del poder que tanto tú como yo poseemos en todo momento en cada circunstancia, decir SÍ cuando en realidad creo, pienso, deseo, siento y quiero decir Sí, porque lo hago desde mi necesidad.
Decir NO cuando en realidad creo, pienso, deseo, siento y quiero decir NO, porque lo hago desde mi necesidad y sabiduría interior.
La satisfacción personal radica en hacerme responsable de mis acciones, elecciones, emociones, sentimientos, decisiones y por ende hacer cambios.
Porque en realidad siempre se puede estar mejor, y sólo a partir de reconocer que tienes lo que NADIE puede arrebatarte: EL PODER DE ELEGIR .
¿Pero qué crees? Te tengo una noticia, YA NO HABRÁ NADIE A QUIÉN CULPAR.
¿Cómo quieres vivir a partir de hoy?
LDH. Sandy González Guzmán.
Terapeuta Desarrollo Humano
Sesiones modalidad on line
Puedes encontrarme en redes sociales como:
https://www.facebook.com/ldhsandygonzalez
Únete a mi nueva página:
https://www.facebook.com/terapeutasandygonzalezdhci/
Comentarios