En las relaciones interpersonales algunas mujeres caen en el error de amar demasiado, dígase como madres, como novias, como cónyuges y al hacerlo en muchas ocasiones se termina perdiéndose en el otro. Brindamos amor desmedido con la idea inconsciente de que “en la medida que yo lo ame me amará” ¿pero qué sucede cuando la reciprocidad nunca llega? Hoy en día hay muchas mujeres que siguen ancladas al pasado, a un recuerdo, a un mal amor, a la traición a sí mismas, a dejar todo por los hijos, y viven llenas de enojo e insatisfacción, llenas de ira y desencanto ante la realidad de no ser amadas como esperaban. Una y otra vez por su mente pasa “le di todo y no lo valoro”. Pero en realidad ¿Te lo pidieron o fuiste tú quién lo dio en espera de algo a cambio?
¿Cuántas veces te has perdido por amor? El error más grande que como mujeres cometemos es poner en manos de otro nuestra vida, nuestros sentimientos y emociones con tal de un poco de cariño. Buscamos afuera de nosotras mismas aquello que “nos falta” desbordamos en nuestras relaciones lo mejor de nosotras, en las que se suele abandonar sus sueños, anhelos, gustos, amigos, familia, proyecto de vida individual al confundirlo con amor, cuando en realidad quién te ama no te limita ni resta en tu vida. Cuando alguien te ama desea verte bien, feliz, plena, satisfecha con tu vida, creciendo y aprendiendo, se alegra contigo-por ti y desea caminar contigo compartiendo el camino de vida.
¿En verdad deseas estar con alguien que deje todo por ti, y te haga responsable de su vida? ¡¡QUE LASTRE TAN PESADO VIVIR ASI!!
Cuando nos perdemos en el otro, el resultado es el abandono en las relaciones, pues quién siente todo ese peso del otro es el que tiende a huir, y sufrimos porque el otro “ se fue”, “me dejo”, “no me quiso”, “no le importe”, “no me valoró ”…..¿Pero en realidad tú te valoras, te quieres, te respetas?
En las relaciones interpersonales tanto hombres como mujeres se pierden en el(la) otr@, se vuelven tapetes por ser complacientes, sumis@s, obedientes, porque confunden el DAR con PERDERSE. Lo sano en las relaciones es un GANAR-GANAR que sea un dar en la misma medida que recibes, cuando das en demasía te quedas vací@ porque esperas que el (la) otr@ llene lo que a ti te hace falta. Cuando das en la medida que el(la) otr@ necesita y que para tí no implica sacrificio alguno es como se multiplica, y sólo así es que puedes crecer de manera individual y junt@s de ahí nace y se crea una alianza.
Cuando te pierdes te traicionas, porque has dejado de pensar en lo que tú quieres por complacer al (la) otr@. Cuando te traicionas, es por negarte a escuchar tus reales necesidades y sigues buscando el amor fuera de ti. Recuerda que en la medida que aprendas a cuidar de ti, quererte a ti, valorarte a ti, podrás amar, querer y valorar al otro.
Enriquece tu vida, trabaja en aumentar tu autoestima, comienza un nuevo plan de vida y dale sentido, en este nuevo rumbo sé tu brújula.
PORQUE TODO EMPIEZA POR TI.
LDH. Sandy González Guzmán.
Terapeuta Desarrollo Personal.
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