EL OTOÑO DENTRO DE MI

Madre Tierra, Gea, Gaia, Tonantzin, Yara, Isis, Pachamama, son algunas formas en que ha sido nombrada Nuestra casa común el Planeta Tierra y nosotros sus hijos, sus habitantes, los seres humanos, somos UNO con este gran ente planetario, no podemos comprendernos sin que su vida, ni mucho menos existir sin ella. Ya hay intentos y avances científicos-tecnológicos por generar la posibilidad de que el ser humano pueda “habitar” el planeta Marte (lo cual fue uno de los puntos claves que mencionaron los candidatos presidenciales en el último debate) o la Luna, incluso también ya se ha planteado la posibilidad de vivir en el espacio dentro de una nave, ejemplo de ello es la micro nación “Reino Espacial de Asgardia”, sin embargo pese a que esas posibilidades se vuelvan por completo realidad algún día es necesario considerar que no estará al alcance de los 7.300 millones de personas, esa posibilidad estará acotada para ciertas élites y además absolutamente todos los recursos naturales que se necesitan para construir aquellas megas estructuras provienen sin lugar a dudas de la Tierra.

Uno de los cantos ceremoniales de las tradiciones neoancestrales dice “todos venimos de la Tierra y a ella volvemos, como una gota de agua, volviendo hacia la mar”, retomando esta alegoría, podemos entender que nuestros restos humanos y a su vez las pertenencias materiales obtenidas en vida permanecerán por siempre aquí en este planeta, sólo se irán transmutando de acuerdo al paso del tiempo y lo único que se volatilizará junto con el alma humana es todo aquello intangible que fuimos tejiendo y forjando, y en el mejor de los casos, sí es que logramos entender la gran misión humana, dejaremos elevadas y sutiles pinceladas en el lienzo de la vida las mejores expresiones de amor, cariño, amistad, empatía, hermandad, fraternidad, respeto, ingenio creativo, imaginación poética y en dado caso quienes fueron madres dejarán sembradas en sus hijos semillas capaces de hacer crecer los más bellos valores humanos. Y es así como se encuentra la eternidad terrenal, ya sea por la procreación humana o a través de un legado de alto impacto cultural-social-humano.

Las lineas antes escritas plasman de alguna manera la parte potencial y luminosa del ser humano, sin embargo en contrasentido, esta a la mano saber y darse cuenta que el proyecto humano en la Tierra ha errado infinitas veces, resultado concreto de ello es el “cambio climático”, la acidificación de los mares, la hipercontaminación, las guerras desatadas por la obtención ilegal de “recursos naturales”, las enfermedades que azotan y destruyen toda dignidad, la pobreza, la migración, el desplazamiento masivo humano, la extrema violencia, los cientos de miles de muertos y desaparecidos, los defensores civiles, ecologistas y periodistas asesinados, el gozo y disfrute a través del maltrato animal, la extinción de cientos de miles de especies, la destrucción de sus ecosistemas, etc.… Todo esto nos habla que hemos tomado malas elecciones y se ha acentuado dado fuerza a la negatividad y obscuridad que esta dentro de la mente del ser humano. Se nos ha hecho olvidar el camino del corazón y sobre todo ha existiendo una gran desconexión con la Madre Tierra. Tanto asfalto, nos ha hecho ciegos e insensibles, ya no sentimos en el aliento un respiro de aire y de vida, ya no vemos el horizonte con los ojos, ya no agradecemos la lluvia que fecunda los campos, ya no abrazos los árboles que nos regalan sus frutos y oxígeno, ya no tenemos ciclos y estaciones en nuestro interior, hemos hecho lineal el tiempo y el único astro a seguir para dar orientación a esta tendencia humana”neocolonial” es la fórmula de producción “nacer-extraer-producir-vender-crecer-comprar-consumir-morir”. Sin lugar a dudas la Naturaleza en su inflalible bondad nos da la oportunidad de tomar de ella lo que “requerimos” para vivir, sin embargo se nos han olvidado poner límites y considerar los principios universales éticos en la toma de decisiones.

Así que para lograr reconectarnos con el Planeta Tierra y la fuerza vital-creativa que la Naturaleza contiene, te invito a que este otoño, lo vivamos de manera distinta, “lo sientas dentro de ti”, que no sólo la mirada sea hacia fuera, sino también hacia adentro. Que demos paso al desprendimiento de pensamientos, sentimientos, hábitos, palabras y acciones que no son propicios para el desarrollo integral no sólo a manera personal, sino también desde una consciencia colectiva. Así como lo árboles mudarán de follaje en este Otoño, dejando caer sus hojas, las cuales servirán de abono a su propia tierra que lo sostiene, retro-alimentándose de nutrientes que se requieren para seguir existiendo. Este otoño permitamos que los vientos soplen y soplen y que todo se mueva, se sacuda, es buen momento para visualizarnos desde una postura firme pero flexible, para que el mismo viento permita remover todo lo necesario más no romper lo esencial es decir lo que realmente “nos sostiene y nos hace ser”. El verdadero “ser”, esta dentro y el saberlo escuchar es la gran tarea, hay tanto ruido externo que se nos ha olvidado escuchar la voz interior. El otoño también nos habla de un momento pleno, muchas cosechas se dan, pues el tiempo de la lluvia ya hizo su labor de fecundar y hacer crecer los frutos, y ahora se obtienen alimentos y semillas, ¿y qué voy hacer con ellas, una vez que las tenga en mi mano?

El mismo otoño estará anticipándonos de los cambios de temperatura y se consumirá mayor cantidad de energía, el saber administrar las cosechas es fundamental para la futura subsistencia, y es un buen momento para alcanzar la plenitud, no sólo se cosechan frutos o semillas, sino también sueños, proyectos, intenciones.

La reconexión con la Madre Tierra iniciará cuando se tome conciencia de que la vida humana depende totalmente de ella. Abracemos la vida y cuidemos como ella lo ha hecho.

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Comentarios

  • Gracias por tu comentario. Efectivamente pareciera imposible que el se humano pudiera colonizar la luna, Marte o alguna parte del espacio sideral... pero mientras llegamos a ello, necesitamos cuidar en este tiempo presente nuestra casa común llamada Tierra.
  • Asi es tenemos una nocion muy equivocada de quienes somos. Creemos que una fuerza divina nos trajo especialmente como individuos para llevar a cabo una gran tarea (de la que nunca tenemos ni la menor idea). Y gracias a nuestro egocentrismo y antropomorfismo destruimos a nuestro habitat, a las plantas y animales; ya que pensamos que nosotros somos especiales y que tenemos mas derecho que los demas habitantes de la tierra a existir. y por ejemplo matamos a los animales y destruimos el habitat de otros seres asi como el de nosotros mismos.

    Por lo que respecta a eso de que podemos vivir en marte y en la luna, yo lo pondria mucho en duda. Nomas para empezar ahorita hay un atraso como de 3 anos para poner en orbita un telescopio, (un telescopio!!!) en orbita como satelite que nos permitira hacer mejores mapas del universo. El atraso es de 3 anos, debio haber sido puesto en este ano 2018; pero no se ha podido. Ahora me van a decir que ahorita o 5 o 10 anos  podemos vivir en Marte o la Luna. Primero que me ensenen que podemos vivir aqui en el desierto. En un planeta donde hay atmosfera, nubes, gravedad, estabilidad (ya menos pero en fin) de las estaciones para poder sembrar. O de perdida que puedan hacer llover aqui en California, donde todas las manana amanecemos con nubes que cubren el cielo hasta las 11 de la manan por lo menos, y tenemos una sequia atroz de 20 anos ya.  Que hagan llover aqui en California, donde tenemos atmosfera, mar, gravedad y un nubes galore, como dije, y despues platicamos sobre que podemos ya vivir en otros mundos. Esta tierra es todo lo que tenemos y lo que podremos tener por muchas generaciones.

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