Blogs

EL FUEGO, LA TIERRA, EL AGUA, EL AIRE Y EL ESPACIO, SON NUESTROS ALIADOS. UTILÍZALOS!!!!  (3ª Parte. Fuego)

Bien, vayamos ahora a conocer qué es lo que representa el fuego.

Al momento de su descubrimiento fue un salto cuántico en la evolución como especie, fue iniciar un modo de vida diferente al que estábamos acostumbrados; de cierta manera quien poseía el fuego tenía ventaja; ya que les servía para aluzarse, como calefacción y tal vez como arma para defenderse de algunos depredadores y seguramente de otros clanes. El fuego es el elemento que más identificamos en nosotros, en lo referente a las emociones; sabemos que representa el enojo y la pasión.

El aspecto positivo del fuego es la capacidad de madurar nuestros proyectos en todos los niveles y lograr aquello que la creatividad inventa para luego ponerlo en movimiento, generando en nosotros el entusiasmo para llevarlo a cabo; es dinamismo que nos pone en acción, es la adrenalina que genera el cuerpo al estar listos para arrancar a toda velocidad al escuchar el disparo.

Otro aspecto del fuego es que representa gozo en el cuerpo, entendiendo por esto qué es la exaltación y la satisfacción física que nos hace entregar todo y vivir en el aquí y el ahora, cuando estamos excitados y hacemos el amor, la pasión nos mantiene en el presente, eso es fuego real dentro de nosotros manifestándose en todo su esplendor.

El fuego en exceso, provoca que tengamos esa pasión pero bajo un contexto agresivo y exaltado; es cuando nuestro temperamento es difícil de sobrellevar, pues las emociones son irritables y nos provoca a cada momento enojo e intolerancia.

La deficiencia del fuego, nos genera una falta de vitalidad y de inspiración, esta deficiencia no nos permite disfrutar el trabajo físico que genera calor, por lo que nos volvemos rutinarios y hacemos todo con el mínimo esfuerzo.

El fuego termina siendo en nosotros el ímpetu que nos lleva a tener ganas de hacer las cosas, pero con ese entusiasmo que provoca la valentía y nos lleva apasionados a encontrarnos con nuestro objetivo. El fuego exalta esa necesidad de hacerlo rápido, con cierta fuerza y vitalidad.

Lo que podemos hacer para equilibrar el fuego en nosotros es:

• Realizar actos nobles que enaltezcan y renueven el alma. Cualquier actividad de servicio que hagamos nos motiva y nos hace sentir felices. El servicio comunitario es COM-PASIÓN, es fuego de vida para bien de todos.
• Mantente en el aquí y el ahora, con esa pasión que nos hace estar tan presentes en el presente que no veamos ni el ayer ni el mañana.
• Visitar lugares que no conozcas. Es energía en movimiento que te genera curiosidad. La curiosidad es una pequeña llama interna que te hace re-encontrar al niño que llevas dentro, reconocerlo y sanarlo.
• Se consciente cuando te irrites por algún acontecimiento; date cuenta que la causa no es afuera, es dentro. Lo que te molesta realmente es la parte inconsciente por no escucharte a ti mismo; es la falta de conexión contigo, pues eres tú quien entrega la llave de tu paz a los demás.
• Cuando te sientas enfermo, medita con la flama de una vela e imagina que entra en ti para quemar lo que te genera dolor. Todo lo que pasa en ti es causado por ti, por esa misma razón tu puedes generar salud y obtenerla.
• Cuando tengas flojera de realizar alguna tarea, busca en ti el dinamismo y la motivación para hacer más de lo requerido. El peor enemigo eres tú mismo cuando te saboteas por flojera y dejas de hacer cosas que mejoren tu calidad de vida.
• Cuando hagas el amor, en el momento más sublime (el orgasmo) lleva esa energía hacia tu columna vertebral e imagínala subiendo hasta tu cabeza para salir de ti conectándote con el Universo. Hacer el amor es un ritual que te funde con tu compañero(a), convirtiendo dos en uno para que al concluir el encuentro, renazcas como una mejor persona.
• Cuando pienses en algo que te provoque miedo, busca en ti la valentía que te haga actuar. Recuerda que el miedo paraliza y la valentía te pone en movimiento; venimos a vivir experiencias, no hay de otra; así que mejor hagamoslo, pues al final de cuentas, todo es para aprender y evolucionar. 

Como ejercicio para echar mano de este elemento a favor de nosotros, hagamos el ejercicio que propongo a continuación; busquemos un lugar cálido, puede ser un parque, específicamente una banca tibia, tal vez bañada por el sol; sentémonos cómodamente y hagamos conciencia de la necesidad que tenemos del elemento; reconozcamos nuestra irritabilidad para con los demás, nuestra falta de motivación para continuar andando y alcanzar lo que nos hemos propuesto. Imaginemos que llevamos el calor que sentimos a través de la piel hacia adentro, hacia el corazón y dejamos primeramente que queme esos sentimientos de enojo, de odio, de irritación y tal vez de venganza que podamos andar cargando; imaginemos como se van quemando por ese calorcito y salen de nosotros por los poros a través del sudor; siente como la sangre va subiendo la temperatura y sale todo lo que no nos sirve. Cuando sientas que ya salieron todos esos sentimientos negativos y te sientas acalorado y en paz, respira profundo y empieza ahora a regenerar la parte noble de tu ser. Siente como la sangre va irrigando todo el cuerpo y genera cierta calidez que inunda, dándonos una sensación de tranquilidad y de paz, meditemos en lo que haremos para retomar las relaciones que dañamos con nuestra intolerancia e impaciencia y manos a la obra.

La idea principal de esta meditación es que la usemos en todo lo que nos haga conectarnos con el deseo de motivación y del ímpetu para conseguir lo que nos hemos propuesto, así como también la utilicemos para quemar nuestros vicios y malos hábitos o tendencias negativas; volvamos a reconocer que es la falta de entusiasmo la que nos impide continuar con lo que nos hemos propuesto.

Otra manera de utilizar esta meditación es para llevar el calor del fuego a las partes de nuestro cuerpo que están enfermos o lastimados; purifica las zonas dañadas y recibe la fuerza y la pasión en vez de mantenerte inmerso en la debilidad e inseguridad que nos hace seguir en esa frecuencia de enfermedad, flojera y falta de vitalidad. Refuerza tu voluntad, utiliza el fuego a tu favor.

Como siempre, espero que les sea de interés y ocupen este ejercicio para convertirse en mejores personas.

Que el fuego queme lo que no necesitamos en el cuerpo, en la mente y en el corazón; que el calor del fuego madure los sentimientos más sublimes que hay en cada uno de nosotros; que el fuego cauterice las heridas, dolores y temores de nuestro pasado y que la luz del fuego ilumine nuestras decisiones, nuestro camino e irradie bendiciones en nuestro futuro.

Con todo mi corazón nos escribimos en la próxima para compartir el elemento AIRE.

Bendiciones para todos, con mucho cariño… Alejandra González González.