EL AMARTE A TI MISMO ES EL MEJOR ARMA CONTRA EL BULLYING

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El acoso escolar o bullying crea heridas emocionales muy profundas en sus víctimas, haciéndolas sentir vulnerables y desmoralizadas, afectándoles ante cualquier situación. Ellos sufren un intenso dolor por lo que han vivido de manera tan injusta. Esta agresión la sufre un tercio de los niños y adolescentes en todo el planeta, por eso es necesario ayudarlos a que se amen, que sepan lo único y especiales que son, que desarrollen su autoestima; como armas eficientes para contrarrestar la intimidación.

El bullying existe. Inclusive a veces los mayores lo sufren en sus trabajos y es extramadamente palpable entre los menores. Los niños lo viven en carne propia, en algunas oportunidades como víctimas, en otras como agresores y a veces como testigos del acoso. Un insulto, una palabra o un pensamiento negativo es tan peligroso como un golpe.

Las pruebas son evidentes. En el 2001 el doctor japonés Masaru Emoto realizó un experimento que confirmaba que las vibras se trasmiten por el aire y el agua. Pero no solo esto, Emoto descubrió que los cristales de agua cambiaban su apariencia estética de acuerdo al tipo de música al que eran expuestos, a los pensamientos positivos o negativos y ante algunas palabras como te amo, gracias o te odio. Recuerden que más del 70% de nuestro cuerpo es agua, imaginen cuánto pueden influenciar en nosotros, las palabras y los pensamientos. Alguno de los tantos experimentos del Dr. Masaru Emoto sobre los mensajes del agua los puedes encontrar en Youtube.

Todo ser vivo puede ser influenciado. Las plantas y los animales cambian su estado de ánimo dependiendo de los seres que los rodean. Esto confirma el poder de nuestro pensamiento.

Un corazón en guerra, ve a todos como objetos, hace que uno se sienta mejor que el otro, o que se sienta víctima. Un corazón en paz ve a los demás como personas y las aprecia y respeta.

Es importante que nuestro corazón esté en paz para no necesitar insultar, ni ver a los demás como menos o más que nosotros y aprovecharnos de otros.

En la escuela, a veces los adolescentes no piensan en el daño que una palabra puede ocasionar a su compañero. Por ejemplo, IKEA hizo todo un experimento involucrando a chicos de una escuela, donde pudimos ver más gráficamente el poder de nuestros pensamientos y nuestras palabras, hasta el punto que podemos matar a una planta si le decimos cosas negativas. Tal vez ahora con este tipo de información comprendamos la magnitud de la agresión. Te comparto el link del video de la campaña.

Por favor entendamos que el agresor no es feliz haciendo lo que hace. Esto es una demostración de su propia inseguridad y baja autoestima. Cuando el agresor toma conciencia de esto, y decide amarse y aceptarse como es, tiene la oportunidad de rectificar el error. Una “disculpa”, un “perdón” o un “lo siento” es tan poderoso que puede transformar y sanar cualquier daño anterior. Por eso es muy importante perdonar, dejar atrás y soltar.

Las heridas del bullying no se quitan con cremas o pastillas como el dolor corporal, quedan grabadas en el alma y muchos eligen quedarse como víctimas para el resto de su vida, estancándose en conversaciones interiores muy negativas, repitiendo constantemente los insultos del agresor en sus mentes: “soy un perdedor”, “no valgo nada” o “no soy lo suficientemente bueno”. Estos pensamientos los llevan a la depresión y en el peor de los casos a la idea del suicidio.

Por eso es clave enseñarle a los niños y adolescentes, que no tomen en forma personal las frases que les dicen sus agresores. Que ellos no están bien, ni son superiores a ellos. Ayudarlos a conectarse con sus talentos únicos, que se den cuenta que no deben compararse con los demás. Que no necesitamos ser perfectos, solo ser nosotros mismos. Creer, confiar, aceptarnos y amarnos tal cual somos.

Un niño que cree en sí mismo no resistirá el problema y no tendrá miedo de enfrentar el acoso ni ningún desafío en su vida. Al final usarán la situación en su beneficio en su vida y su experiencia ayudará a otras víctimas de bullying.

Si nosotros nos tratamos bien y creemos en nosotros mismos, nada ni nadie podrá lastimarnos

Recuerda que todo depende de lo que tú pienses de ti mismo. Si tú dices que puedes, puedes. Tus pensamientos son la clave para tu paz, felicidad y libertad. No dependes de nada ni nadie afuera tuyo para cambiar tu vida. Y cuando tú cambias, todo cambia.

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