Desde hace un par de años en mi familia y no solo en nosotros sino hasta con una de mis mascotas, empezaron a suceder situaciones que cualquiera diría que es mala suerte, pero a la par se fueron dando resultados que podrían ser la otra cara de la moneda por así decirlo… le detectan cáncer a mi madre, la operan y al día de hoy no ha habido necesidad de quimioterapia; entran a robar a mi casa y por fortuna no hubo daño humano; mi mascota cachorrito es atacado por un perro adulto y le destroza el cráneo dejándolo casi muerto en diciembre 2014, sin embargo se salvó, es un loco, está sano y es un perrito noble (he de decir que para esto, mi marido no dudo en que no tendríamos navidad material y que el dinero sería para darle una oportunidad de vida al cachorrito, aun y cuando no faltaban los comentarios "están locos... son unos inconscientes...pobre animal sacrifíquenlo, va a sufrir..."; mero el día de mi cumpleaños (marzo 2015) mi hermano es atropellado en su motocicleta, quedando entre la vida y la muerte, pronóstico reservado y sin la esperanza de que quedara bien si acaso despertaba, ya que hubo fractura de cervicales, entró aire al cerebro por fractura craneal severa, hubo daño pleural, en fin…, sin embargo milagrosamente, a otro día despierta, reconoce a mi otro hermano y por consiguiente sale de terapia intensiva, su recuperación ha sido sorprendente y ya se integró a su trabajo.
He de decirles que en cuanto me avisaron que mi hermano se había accidentado y estaba grave, a quienes me preguntaban en qué podían ayudarme o qué podían hacer, solo les pedía hicieran una oración, ¿Qué resultado hubo a partir de ese momento?, en primer lugar que muchos quienes casi no se acercan a Dios o no se acercan para nada, al quererme ayudar se acercaron a Él, los escuchara y se diera milagrosamente la pronta recuperación de mí hermano, porque he de decirles que quienes lo atendieron y vieron, no daban ninguna esperanza. Al integrarme a mi trabajo reuní a mis compañeros para darles las gracias a nombre de mi familia y decirles que quienes habían hecho una oración para nosotros eran unos ángeles porque Dios los escucho y que ante todos ellos quería darle gracias infinitas a Dios por haberse manifestado.
¿Por qué cuento todo esto? porque no solo con mi hermano se han hecho oraciones, sino en todo lo que nos ha pasado, yo solo le he pedido a Dios que me de serenidad y fortaleza para lo que se esté dando y que se haga lo que Él crea más conveniente para todos. No importa lo que te suceda en la vida, sino la actitud que tomes; porque he comprobado que si día a día, tu Fe en Dios está intacta, lo inesperado no te afecta, porque Dios te mantiene fuerte e inquebrantable y hace que todo lo indeseado sea pasajero y que todo cambie para bien.
Hace tiempo aprendí que si acudes a hechizos, a adivinos, a fetiches, que se yo, simplemente estas dudando del poder de Dios y entonces realmente no le estas teniendo Fe. He comprendido que cada vez que sientas que algo no está bien, tan solo debes acercarte a Él como si te acercaras a la persona que más confianza le tienes, cuéntale qué te está inquietando, pon en sus manos la situación y confía en que no te va a dejar sola (o), por experiencia te garantizo que Él está contigo, que te guía a las personas o lugares adecuados para que todo resulte conveniente para cada quien.
Ante todos ustedes ahora le agradezco infinitamente a Dios y les comparto la cereza del pastel. Resulta que Leo mi sobrino más pequeño de 5 años, presenta parálisis cerebral leve (espasticidad), pero nuevamente un milagro, mi niño amado… comienza a caminar. Dios sabe cuánto hemos pedido porque así sea.
¿Quién, en algún momento no ha querido saber cuál es el secreto de la vida para que sea equilibrada, llena de armonía y felicidad? Ha habido mucha gente que nos lo ha dado, simplemente no lo hemos creído o aceptado y por consiguiente si no queremos, no lo vamos a ver. Sé que no es fácil, pero debemos hacernos el propósito de cambiar nuestra actitud, de dejar a un lado el egoísmo y la soberbia, y tratar de no arruinar ni un instante del día con caprichos y enojos. No es necesario preocuparse de cómo va a ser mañana, más bien ocuparse de vivir día a día, ya que nos desgastamos viendo cómo resolver alguna situación y resulta que esta se resolverá de la manera menos esperada. Todo, nos va llegando en el momento preciso, no es necesario perseguirlo, nuestra tarea es simplemente tratar de dar lo mejor de nosotros, de poner amor y pasión en cada una de nuestras tareas y en lo que esté en nuestras manos hacer por otros.
Mi vida no es perfecta, he caído en errores graves, lo importante es aprender de ellos y no seguirlos cometiendo; y aun así Dios sigue conmigo y me permite sentirme tranquila y agradecida con lo que he recibido.
Dios esté presente día a día en sus espíritus.
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