Diabetes y embarazo

Las pacientes con diabetes preexistente o quienes adquieren este padecimiento durante la gestación suelen sufrir diversas complicaciones, como tendencia a desarrollar infecciones urinarias y vaginales, aumento en la cantidad de líquido al interior del útero y parto prematuro. A su vez, el feto puede presentar malformaciones y muerte antes de nacer."Es importante saber que la diabetes es una enfermedad que ocasiona que el organismo no produzca la hormona insulina -sustancia necesaria para convertir a los carbohidratos en energía- (tipo 1), o bien no la utilice o genere de forma adecuada (tipo 2). En otras palabras, la enfermedad en cuestión impide la entrada de glucosa a las células debido a deficiencia o defectos en la llave que le abre la puerta (insulina), lo que ocasiona que los niveles de azúcar se eleven en la sangre y que las estructuras celulares padezcan hambre.Cabe destacar que la falta absoluta o relativa de insulina es igual a diabetes, trastorno que ocasiona los siguientes síntomas y complicaciones:Falta de energía en las células, lo que da lugar a intensa fatiga e incremento del apetito.Elevación de la glucosa en la sangre, condición que deriva en la eliminación del azúcar a través de los riñones; esto lo efectúa el organismo mediante la excreción abundante de orina. Por ello, las pacientes tienden a perder peso y sentir sed.Daño en ojos, riñones, nervios o corazón, lo que suele manifestarse a largo plazo, especialmente cuando la enfermedad no se controla de manera adecuada.Ahora bien, en su relación con el embarazo hay que reseñar dos tipos de diabetes:Pregestacional. Es aquella que se diagnostica antes de la gestación, y se caracteriza por causar aumento en la frecuencia de las malformaciones fetales.Gestacional. Aparece durante el embarazo en un porcentaje de 1% a 14% de las pacientes, puede persistir después del parto y se asocia a incremento de trastornos en la madre (hipertensión o presión arterial elevada, infecciones vaginales y en vías urinarias, parto prematuro y cesárea) y daños graves al bebé (muerte fetal o crecimiento exagerado debido a que está expuesto a mayor cantidad de glucosa que la habitual -esto se debe a que estimula su páncreas y segrega abundante insulina que contribuye a incrementar su desarrollo-, lo que puede generarle lesiones al momento de pasar por el canal de parto).la gestación constituye un esfuerzo metabólico en el cuerpo de la madre, ya que el bebé utiliza sus órganos para obtener alimento (energía), oxígeno y eliminar sus desechos. Por lo anterior, la paciente al momento de embarazarse tiene más posibilidades de presentar una deficiencia de la llave (insulina) que permite que el azúcar entre a la célula, haciendo que se presente o agrave la diabetes.Diagnóstico de diabetes en el embarazoA decir del ginecólogo, la detección de la diabetes gestacional generalmente se realiza entre la semanas 24 y 28, especialmente en las pacientes con uno o más de los siguientes factores:Ser mayor de 25 años.Tener menos de 25 años y padecer obesidad.Poseer historia familiar de diabetes en padres o hermanos.Pertenecer a grupo étnico o racial de alta prevalencia de diabetes (hispano-americano).La prueba consiste en valorar los niveles de glucosa en sangre, los cuales se miden una hora después de que la embarazada ha ingerido 50 gramos de glucosa. Si el resultado es igual o superior a 140 miligramos por decilitro de sangre, se proporciona otra administración oral de glucosa (100 gramos) y se comprueban los niveles correspondientes de azúcar. Cuando este examen revela cifras de glucosa iguales o superiores a los establecidos por determinados criterios analíticos, entonces se puede confirmar la presencia de diabetes gestacional.Control y tratamientoLa paciente debe establecer diariamente los niveles de glucosa en sangre para evitar elevaciones, por ejemplo, en las mujeres tratadas con insulina se determinarán las cifras de azúcar después de las comidas. Asimismo, es preciso monitorear la cantidad de proteínas urinarias debido a que la mujer encinta con diabetes tiene mayor riesgo de sufrir hipertensión arterial asociada al embarazo.Por otra parte, no menos importantes son los diferentes controles en las etapas del embarazo, los cuales incluyen los siguientes:Preconcepcional. En toda mujer diabética que quiera ser madre es indispensable programar adecuadamente su gestación para reducir el riesgo de complicaciones maternas y fetales. Así, la futura mamá tendrá que ser valorada por el ginecobstetra y el endocrinólogo o médico internista, especialistas que indicarán estricto tratamiento dietético y administración de insulina. No obstante, se desaconsejará el embarazo en mujeres con importantes problemas en riñones, retinas, grave hipertensión o mal control de la enfermedad.Gestacional. Se ocupa del control de la mujer diabética durante embarazo y parto, lo cual puede lograrse mediante dieta y administración de insulina (pues los medicamentos que regulan los niveles de glucosa están contraindicados durante la gestación) y ácido fólico (vitamina B9). Quienes presentan este tipo de diabetes se tratarán inicialmente sólo con dieta, para posteriormente añadir insulina; asimismo, esta sustancia debe administrarse al momento del parto.Posgestacional. Se controlará a la paciente después del parto ajustando el tratamiento de la diabetes, en el que existe la necesidad de disminuir la dosis de insulina a inyectarse con respecto a la que la mujer venía administrándose en la segunda mitad del embarazo. No existe inconveniente, todo lo contrario, para el que la lactancia natural pueda establecerse sin problemas. Transcurridos tres meses después del alumbramiento, se someterá a la mujer con diabetes gestacional a una sobrecarga oral de glucosa para comprobar si la enfermedad se ha corregido o es permanente. Por último, se recomendará a la paciente diabética el método anticonceptivo transitorio (anticonceptivos orales, métodos de barrera o dispositivos intrauterinos) o definitivos (ligadura de trompas, vasectomía) que se considere más oportuno.La embarazada que presentó diabetes gestacional, después del parto tiende a normalizar sus niveles de azúcar, pero ese hecho sugiere la posibilidad de que la enfermedad se haga evidente al avanzar la edad o que se repita episodio semejante en futuros embarazos. Por lo anterior, es fundamental que este grupo de mujeres hagan todo lo necesario para retardar la presentación de diabetes en la vida futura a través de regímenes dietéticos y ejercicio, por tanto, seis semanas después del parto es necesario valorar las cifras de glucosa, y si los resultados son normales se revalorará cada tres años.Para finalizar resulta conveniente enfatizar que la mujer con diabetes que se embaraza tiene mayor posibilidad de que tanto ella como el feto presenten complicaciones o mueran. Por tal motivo, se sugiere que la paciente en dicha situación lleve un control muy estricto y por ningún motivo ignore la asesoría de su ginecólogo, endocrinólogo y su nutriologo para seguimiento de la alimentación y el control del peso.
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