CUANDO TU HOGAR NO ES UN LUGAR SEGURO

 El hogar debería de ser el lugar donde uno se siente protegido, querido y seguro. Desafortunadamente, esto no es la realidad para muchas personas.

 Vivir con miedo y creer que no hay salida, por sentir la impotencia de estar encerrado o amenazado, es una cuestión triste y común.

 Fácil, decirle a la persona que vive amenazada y humillada: ¡No te dejes!, nadie debe de maltratar así. Pero, no es lo mismo que te lastimen a ti, - a que te cuenten la historia en otra persona y lo veas por fuera.

 En medio de esta crisis mundial; ¿A dónde vas? Cuando por seguridad y por ley te tienes que quedar en tu casa. ¿Cómo te sales de una relación cuando el maltrato incluye la dependencia económica y hay niños de por medio?

 ¿Qué pasa, cuando te han insultado tanto que ni siquiera recuerdas que tú también vales? Cuando te despojan de tú seguridad emocional y tu paz mental…vives con miedo de todo y a todos.

 Nadie debería de tener el derecho de lastimar o de humillar. Sin embargo, hay personas machas o locas que se atribuyen privilegios que no les corresponden.  Otras personas, que creen no tener el poder necesario para protegerse, aunque en realidad sí tienen.

 Se ocupa valor para salir de una relación tóxica, sobretodo, cuando no se tiene apoyo o no se cuenta con poder económico para sobrevivir a solas. 

  Para dejar cualquier relación con algún tipo de dependencia, es necesario estar preparado emocional y fiscalmente. La seguridad psicológica es frágil y complicada, tristemente las personas se quedan atoradas en relaciones tóxicas por no contar con los recursos emocionales para confrontar su miedo al maltrato.

 El sentimiento de creer que uno no es suficiente. El suponer que el otro tiene más poder, porque tiene el control económico o grita más fuerte. El miedo a la lucha por la amenaza a que los maltratos aumenten. No ayuda a que la persona lastimada pueda recuperar su seguridad, ni su amor propio. Estos son factores que favorecen a que la persona se convierta en una víctima con la condición amarga permanente.

 Cuando se vive con miedo constante, es importante aferrarse al valor y a la fe para sobrellevar los momentos difíciles. Es ideal buscar alguien que inspire y apoye hasta que se fortalezca suficiente para poder confrontar su miedo.

 Hay que entender que uno es responsable de su propio bienestar y aprender respetarse. Esto es la base para que no puedan seguir lastimando.

  Es importante querer tener una mejor vida con todo el corazón y estar dispuesto hacer lo que sea para obtenerla. También es necesario estar convencido nadie tiene el derecho de burlarse, humillar o lastimar. 

 Si bien ahora uno no se puede salir de la casa porque la cuarentena lo impide, hay acciones que se pueden hacer. Se puede empezar por reconocer que uno tiene valor y puede hacer algo para poner un alto a su maltrato y las humillaciones.

  

Quedarse en casa puede ser el inicio para aprender a respetarse y poder vivir con tranquilidad.

 

La receta

 Afrontando los maltratos

 Ingredientes:

 

 Aspiraciones – deseo de querer vivir con paz y bienestar

 Valor – fortaleza interna para recordar que uno es valioso y que puede confrontar sus miedos

 Limites – poder protegerse sin lastimar a otros o s uno mismo

 Esperanza – confianza de que se puede tener una mejor vida

 Persistencia y aguante – no dejar que las condiciones diluyan la fortaleza, aguantar y triunfa

 

Afirmación Positiva para fortalecer el carácter

 

Reconozco que soy una persona valiosa. Me respeto y no permito que nadie me haga sentir de menos. Cuando me lastiman y me tratan de humillar recuerdo que yo tengo el poder de ignorar los gritos y las palabras ofensivas. No me engancho en los problemas y el malestar de los demás. Respiro profundo y dejo fluir lo que no me sirve lo rechazo. Lo que me ayuda y me hace mejor lo cuido y lo recibo con gusto.

 

 Afrontando los maltratos:

 

  1.  Enfrentar tus miedos es la única forma de poder conquistarlos. Cuando uno reconoce que solo lo que se enfrenta es lo único que se puede ganar, puede retomar el poder que la intimidación de otros le han quitado.
  2. Las emociones te hacen ser frágil y sensible. Es importante ser vulnerable y admitir que se tiene miedo. La vulnerabilidad es la esencia que nutre los sentimientos y ayuda a entenderte mejor.
  3. Cuidarse y decir lo que se siente es un acto de valor y de bondad. Al callar y no ser sincero, culpando y reprochando por todo lo que sucede, hace víctima a persona quintándole su valor y haciéndola cruel y amargada.

 

  Tú eres una valiosa, cuídate, respétate y no dejes que te maltraten. *Prohibida su reproducción total o parcial sin el permiso escrito del editor y sin citar la fuente. Copyright © 2005-2020 Recetas para la vida© Todos los Derechos Reservados

 

 

 

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