Bimba Galán
Después de una racha normal de vida, las cosas se te complican un poco, pero nunca has sufrido un revés, piensas que el Universo se ha puesto en tu contra y no quieres ni pensar en qué hacer para superar la prueba. Hay quienes en cambio, toman las cosas con calma y responden de acuerdo a las circunstancias. Tú ¿a qué grupo perteneces?
1.- Caíste en el hospital, pero el pronóstico es excelente pero necesitarás mucho reposo, ¿cómo reaccionas?
a) Con felicidad, lo importante es que estaré bien.
b) Bajo el efecto del susto, agradezco la oportunidad de estar bien, pero después de tres días me quejo de todo.
c) Tengo la certeza de que todo me sale mal y que a nadie le va como a mí.
2.- Te toca hacer un trámite complicado, ¿cuál es tu actitud al respecto?
a) Me lleno de paciencia y de buen humor para facilitar todo el proceso.
b) Empiezo de buenas, pero muy pronto pierdo la calma, hasta que exploto.
c) Desde que me levanto sé que nada saldrá bien y apenas pongo un pie en la calle, lo confirmo.
3.- Tu jefe te pide que se reúnan y no te da detalles, pero aclara que no hay de qué preocuparse. Tú:
a) Lo tomas con calma y sólo le preguntas si requiere que lleves algún reporte o dato en particular.
b) Apenas cuelgas el teléfono le llamas a su secretaria para preguntar si sabe de qué se trata, porque puedes jurar que te quieren despedir.
c) Con cierta prepotencia le dices que si no está contento con tu trabajo te lo diga claramente y sin rodeos.
4.- Tu ex pareja pone en práctica un negocio que a ti se te había ocurrido cuando estaban juntos, solo que ahora tiene como socio a su nuevo amor, ¿qué haces?
a) El sol sale para todos, tendré nuevas ideas, a todos nos tiene que ir bien.
b) Lamento que sea otra persona la que ocupa mi lugar y confirmo que todos los seres humanos son desleales.
c) Hago todo lo que esté en mis manos para que las cosas no le salgan bien y cuando esto ocurre... me sigo sintiendo infeliz.
5.- Asumes la responsabilidad de cuidar al perro de tu familia, lo cual altera de forma importante tu rutina, así que tú:
a) Tienes la seguridad de que pronto se adaptarán y lo van a disfrutar.
b) Juras que lo amas profundamente, pero tan pronto como puedes le dejas la responsabilidad a otro, aunque para el mundo tú y el perrito, son uno mismo.
c) Lo conservas, pero no dejas de quejarte de todo cuanto hace, mas no renuncias a él porque tu familia confía en ti.
Mayoría de A: Fluyes como el agua, sabes darle a cada evento su justa dimensión, eso te permite tener claridad mental para resolver y lograr que tomes decisiones acertadas, si esto no ocurre o las cosas no salen como lo tenías pensado, tampoco se convierte en un drama porque sabes muy bien que cada situación lleva un aprendizaje que es imprescindible para que puedas avanzar y convertirte en una persona más experimentada.
Mayoría de B: Como dice un dicho popular, tú te tiras para que te levanten. No es tanto que vivas la vida como un drama, si no que te gusta aparentar que es así para que quienes te rodean tengan su atención centrada en ti. Es momento que empieces a observar con objetividad tu vida y dejes de asumir que cuando las cosas no van bien es responsabilidad de otros. Te conviene aprender que en este mundo hay altibajos y que mientras mejor actitud tengas, saldrás bien librado de todo.
Mayoría de C: Parecería que tienes un gran malestar por existir y eso evita que seas capaz de apreciar todo lo bueno que te ocurre para darle un valor elemental a las contrariedades. Lo que es peor, es que no necesariamente tiene que ocurrirte algo negativo, incluso las cosas que no lo son tienes la capacidad de hacerlas ver y experimentarlas de ese modo. Es imprescindible que descubras en dónde radica tu enojo hacia la vida o las personas que te rodean y que empieces a solucionarlo, antes de que la amargura te abrace, para nunca abandonarte.
Colaboración de Fundación Teletón México.
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