Nuestra manera de comer nos habla mucho más de lo que pensamos. Cada quien la vive de diferente manera, para algunos es su religión, para otros su martirio, para otros un placer, para otros más un motivo de orgullo y para prácticamente todos, es un territorio en el que se manifiesta fácilmente nuestro niño interno.

 

v ¿Cómo reconocer que es justamente nuestra parte infantil  la que nos está hablando a través de nuestra manera de comer y que es más, se sienta a la mesa a decidir por nosotros?

 

 

  1. BERRINCHE:

 ¿Te has cachado que te comes algo y hasta pones cara de niño berrinchudo? ¿Cuantas veces no has comido algo como una “venganza” porque no obtuviste algo que querías de alguien más, de la vida o de ti mismo? O porque quieres molestar a alguien.

 

  1. PREMIO:

Premiarnos con comida es un acto condicionado  que sigue buscando encontrar afuera la validación que no sabemos darnos.

 

  1. RECONFORTAR Y CONSOLAR:

 Cuando no hemos aprendido a cubrir adulta y responsablemente nuestras necesidades, buscamos reconfortarnos con la comida de la misma forma de en algún momento alguien nos reconfortó a través de ella.

 

  1. BUSCAR INTIMIDAD, APAPACHO Y CONTENCION:

La comida se vuelve  un sustito simbólico de lo que en realidad queremos obtener pero que no nos atrevemos a pedir o a buscar en algo más real y por supuesto riesgoso como una verdadera relación.

 

  1. CALMAR LA INCOMODIDAD: Desde pequeños aprendimos que hay que acabar rápidamente con la incomodidad sin esperar a que esa misma incomodidad nos diga para qué está ahí. El famoso ¡Shhhh Shhh Shhh¡  cada vez que comienza a llorar o incluso a hacer puchero un bebé, es una gráfica muestra de esto. Nos volvemos intolerantes a la incomodidad por más pequeña que esta sea y no damos oportunidad de explorarla. Y la comida es un medio muy usado para intentar anularla. Es una gratificación inmediata.

 

  1. TODO O NADA: De pequeños nos es casi imposible dimensionar clara y asertivamente las cosas. O todo es bueno o todo es malo. O nos adaptamos a nuestros padres o nos rebelamos. ¿Qué no pasa igual ahora cuando hacemos dietas? O hacemos la dieta perfectamente  o la rompemos espantosamente. Rara vez el adulto que hoy somos se detiene a preguntar si le gusta comer como come y a buscar su propia identidad más allá de la que aprendió que tenía.

 

  1. COMER A ESCONDIDAS:  Un niño pequeño es normal que de pronto sienta la necesidad de esconderse cuando siente que algo es amenazante, pero……Un adulto?  Si este es tu caso,  se curioso contigo y pregúntate si de verdad hoy esconderte es la mejor alternativa y si estás encontrando en comer la forma de regresar a esos escondites a los que de niño podías acudir cuando sentías mucho miedo o la necesidad de estar solo.

 

v ¿Cómo si podemos dejar que nuestro niño interno participe a la hora de comer?

 

  1. NO DAR POR HECHO Y DEJARTE SORPRENDER  
  2. NO JUZGAR NI CALIFICAR SOLO DISFRUTAR
  3. DIVERTIRTE
  4. DESCUBRIR SABORES
  5. SER CURIOSO
  6. DEJAR LAS CREENCIAS A UN LADO Y COMER CADA VEZ CON “OJOS DE PRINCIPIANTE”

 

 

v ¿Y cómo adulto?

  1. Aprende a dejar de lado las gratificaciones inmediatas
  2. Arriésgate a ir por lo que quieres
  3. Atrévete a elegir
  4. Practica la atención plena
  5. Pon limites
  6. Toma tus responsabilidades y suelta las que no son tuyas
  7. Comienza a ser autentico en tu manera de comer y asi generarás relaciones igualmente autenticas

 

 

www.adrianaesteva.com

contacto@empresenciamx.com

TEL: 53772142

Twitter: @adriesteva

Facebook: Adri Esteva

Libros: “Cuando la comida calla mis sentimientos” y “En la comida como en la vida”

 

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos