Convertirme en mamá ha sido la experiencia más bonita y más fea que he tenido en toda mi vida. Es en extremo intenso convertirse en madre, en todos los sentidos.

 Me alegra ser mamá. Ver esa carita por las mañanas. Ese llantito de “cárgame”. Esa desesperante, y al mismo tiempo tierna, necesidad de escogerme a mí sobre todas las personas que están a su alrededor.  La linda capacidad de sentirme y olerme, aunque esté en otro cuarto y la alegría de verme y abrazarme en cuanto aparezco atrás de una toalla, servilleta o lo que sea y le pregunto: ¿dónde está mamá?

Oír esa risita que me derrite, abrazar con toda mi ternura esos llantos de inyecciones, de sustos, de enojos y rabietas.

 

Por otro lado y al mismo tiempo, tengo unas ganas inmensas de querer salir corriendo, de tener un día en el que duerma de corrido. Una imperiosa necesidad de que alguien, a parte de mí, se ocupe por una semana de todo lo que necesita este bodoquito.

 Recuerdo a muchas personas que, cuando estaba embarazada, me decían en tono casi burlón: “duerman, ya no lo van a poder hacer”.  Y siento enojo.  No porque se cumpliera la profecía, sino porque nadie te dice la verdad de lo pesado que es, y casi casi se alegran con el golpe de realidad que te das cuando te conviertes en mamá.

 

Me hubiera gustado tener conversaciones cómo: “a mi me pasa que la quiero tirar por la ventana unos días, sobre todo cuando la mamitis se apodera de ese cuerpecito”.  Que alguien me dijera que puedes tener un postparto interminable. Que algo puede salir mal. Que es carísimo tener un bebé y que los costos se van incrementando exponencialmente, de la misma forma que va creciendo en el primer año.  Pero nadie te dice nada. No queremos tocar la parte fea de ser mamá. Como si todo fuera mil sobre hojuelas.  Y lo más que consigues es un: “es difícil”.

 Muchas veces me pregunto si estoy siendo buena mamá.  Platicando con otras mamás he descubierto que la culpa es un componente desastroso que se te va colando como humedad conforme vas pasando tiempo con tu bebé y que soltar eso es prácticamente imposible.  Porque nos medimos con varas inalcanzables. Con “estándares de calidad” bizarros que no se ni de dónde sacamos y porque nos pasamos comparándonos con otras mamás tooodo el tiempo.

 Si antes de ser mamá no tenías una autoestima bien puesta en su lugar, ni te cuento lo mal que pasas el primer año de bebé.

 

No me arrepiento de haberme convertido en mamá, agradezco (sin entender) que me hubiera convertido en mamá hasta los 42 años, pero ¡gracias!

Me pesa todos los días… ¡si! Y ¿se me olvida con una de sus sonrisitas?, también.

 Algo que, gracias a Dios, me han traído los años es un poco más de orden financiero.  De manera que, dentro de todo lo pesado que ha sido convertirme en mamá, el dinero no ha sido un tema para nada.

Pude tener a mi bebé en un hospital privado, con la mejor atención. Pude pagar el legrado y la operación que tuve que vivir después del nacimiento de mi bebé. Y todos los gastos que implicaron las complicaciones de un postparto de 77 días. He podido resolver todas nuestras necesidades y cada vez más las suyas como personita independiente.

 

También me resultó útil contar con un seguro de gastos médicos pues una parte del nacimiento lo cubrimos con él.

 

Así que,

 

¿cómo quitar el estrés financiero de convertirte en mamá?

Mi recomendación es que, si estás pensando embarazarte o ya estas embarazada y por tener bebé, hagas bien tus números para que la parte económica no sea un estrés extra al montón de crisis que vienen al convertirte en mamá.

 

1.- Ten un seguro de gastos médicos.

Te sugiero que tengas un seguro de gastos médicos lo más pronto posible, te servirá si tienes a tu bebé y en todo momento de tu vida. Si por alguna razón (Dios no lo quiera), tu bebé tuviera una complicación, inmediatamente está asegurado y puede recibir la mejor atención médica posible al momento.

Si ya estás embarazada, ninguna aseguradora querrá asegurarte pues a fuerza piden un periodo de espera de 10 meses antes del nacimiento de un bebé.  Mejor piensa en crear un fondo para el nacimiento.

Si estás pensando embarazarte, contrata ya.  Si nos sabes muy bien con quien, con gusto puedo orientarte. Me puedes enviar tus datos y yo te busco.

 

2.- Crea un fondo de nacimiento.

Es un ahorro con un fin determinado que si necesitas puedes usar, en lugar de endeudarte, pero que si no necesitas, te lo vas a poder gastar en otras cosas que no sean una "necesidad" como un delicioso masaje de postparto y cierre de caderas. (No creerás lo mucho que eso te puede ayudar) ¿Necesitas saber cómo y dónde ir ahorrando? ¿Quieres tener un sistema real que te ayude a conseguir esta meta? Te ayudo con todo gusto.

 

3.-Haz un presupuesto.

Haz un presupuesto, lo más real posible, de cuánto estimas gastar. Te comparto una plantilla que puedes descargar aquí.  En la que ya delineé de manera minuciosa gastos con los que pudieras toparte. Es gratis. Úsala todo lo que quiera y si la compartes con otras mamás, lo único que te pido es que les compartas la liga de descarga, no el archivo directo.  De esa manera me ayudas a saber a cuántas personas les sirve ese recurso.

4.-Organiza baby showers

Los baby showers son apapachos para la futura mamá y una manera de liberar algunos gastos. Hay quien hace baby showers de "sobrecito", de pañales, de ropita, etc. Yo hice uno de toallitas húmedas.  Mi bebé tiene un año y todavía tengo una caja entera de toallitas húmedas para usar.

 

¿Y cuéntame qué opinas?
Si ya eres mamá, si apenas va a serlo. Lo puedes hacer dejándome un comentario o por twitter en @MarijoCodesal.

 

¡Feliz día de las madres!  Que te festejen mucho porque es una labor titánica y que impacta vidas, educa sociedades y llena el mundo de  mujeres y hombres buenos.

 

 No dejes de compartir esta publicación y comentarme si te sirvió.

Sigamos platicando en Twitter o Facebook.  También puedes ponerte en contacto y solicitar una consejería financiera personalizada, asesoría hipotecaria gratuita, talleres y cursos.

 

¿Nos tomamos un café y platicamos de dinero... y de ser mamá?

Enviadme un correo electrónico cuando las personas hayan dejado sus comentarios –

¡Tienes que ser miembro de Retos Femeninos para agregar comentarios!

Join Retos Femeninos