El guatemalteco Raúl Rodas, campeón mundial de profesionales del café de alta calidad, revela los secretos para preparar un inmejorable café “espresso” y relata el camino recorrido durante los últimos seis años para llegar hasta lo más alto.
Raúl Rodas se inmiscuyó en el mundo del café por necesidad, más que por interés. Tenía 19 años y urgencia por obtener un empleo que le diera los ingresos mínimos para pagar sus estudios universitarios de Comunicación y Diseño. Al igual que miles de niños y jóvenes guatemaltecos, Raúl empezó a trabajar a los 14 años para satisfacer sus propias necesidades y aportar algo a la economía familiar.
Su gusto por el café era, como él mismo lo llama, “algo normal”. Ni mucho, ni poco, como para considerarlo “especial”. A los 19 años, son otro tipo de bebidas, más refrescantes y espirituosas, las preferidas.
El café forma parte de la tradición alimenticia de Guatemala, al igual que el maíz o el fríjol, pero, a pesar de que el país ha sido uno de los tradicionales productores del grano y de que durante muchas décadas su economía dependió de las exportaciones de éste y otros productos agrícolas llamados “tradicionales”, como el azúcar o el cardamomo, el café al que tienen acceso la mayoría de guatemaltecos es de mediana calidad.
Una o dos tazas diarias
Cuando niño y adolescente, cuenta Raúl, “tomaba café como lo hace toda la gente: una o dos tazas diarias, pero sin ponerle mayor atención ni a su contenido ni a su calidad”. Entonces, dice, “era una bebida común sobre la que no sabía que su calidad depende de su cuerpo, sabor, acidez…”.
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Comentarios
tienes mucha razon que nos de la receta secreta....
Nos cuentan todo, menos cómo hacer un buen café.... mmmmm