BUSCANDO NUESTRA VERDAD
Cuando por distintas razones nos encontramos en el límite o cerca del límite, más allá del sufrimiento, de la tensión, de la angustia que nos provoca la situación en la cual estamos involucrados, deberíamos detenernos un instante para preguntarnos qué es lo que tengo que aprender de esta situación.
Porque cada vez que nos enfrentamos a una situación difícil en la vida, hay una lección que tenemos que aprender de la misma. Es lógico que tú te sientas absolutamente inseguro y con una gran incertidumbre, pero también esa inseguridad y esa incertidumbre te tornan mucho más permeable y dispuesto a aprender.
Cuando todo va bien no sentimos la necesidad de que la vida nos enseñe algo. Parecería como que todo está resuelto y nunca nos detenemos a pensar que en algún momento ese bienestar que podemos tener puede cambiar de rumbo. Y las cosas habituales que nosotros hacemos o nos suceden, día a día, no suponen ningún reto de aprendizaje. Sin embargo cuando uno se introduce en caminos nuevos y desconocidos tiene que estar con la mente abierta y dispuesto a aprender, porque el hecho de que uno rompa los antiguos patrones de comportamientos y de creencias, favorece la creación y la adopción de otros nuevos. Nosotros dejamos espacios vacíos para llenar con nuevos pensamientos, con nuevas maneras de enfrentar la vida.
Entonces cuando tú sientas que se empiezan a formar grietas en la estructura de tus hábitos cotidianos, ahí comienza a filtrarse la luz. Y cuando esa forma habitual de la vida pasa por un período corto o largo de crisis, es el momento adecuado para realizar un profundo análisis. Es el momento de ver nuestra forma de entender el mundo, de entendernos a nosotros mismos y llegar a algunas conclusiones. Porque no se trata solamente de hacer el ejercicio del análisis de la situación, sino que se trata de ver qué es lo que podemos aprender o qué es lo que podemos incorporar de esa situación que es tan nueva, con la cual estamos conviviendo.
Si uno logra experimentar esa introspección, eso quiere decir que el problema intenta trasmitirte algo importante. Es el momento en que tú dices: “bueno, hasta aquí llegué, de esta manera no puedo seguir.” Y generalmente ese mensaje, que nos trasmite el problema, nos está diciendo que debemos abandonar ciertas costumbres, ciertos hábitos.
Quizás llegaste a una situación en la cual sientas la necesidad de encontrarte contigo mismo, de alejarte de ese límite, de recuperar el control de tu vida, de aprender a tratar de vivir en equilibrio, alejándote de aquellas cosas que tú sabes que te hacen daño y que no tiene sentido que continúes aferrado a ellas y tratando de acercarte a todas aquellas situaciones que te gratifiquen, que te hagan sentir bien y que, de esa manera, justifican el esfuerzo que haces con tus mecanismos de supervivencia.
No es bueno llegar a estar en el límite, pero si tú puedes lograr mantener cierta serenidad y tranquilidad en los momentos difíciles vas a darte cuenta de que estás reconociendo verdaderamente qué es lo que te está sucediendo. Y llega el momento en la vida de todos los seres humanos que tenemos que escucharnos profundamente y preguntarnos: ¿cuáles son en realidad los problemas que afectan mi vida? ¿Cuáles son las crisis que no me permiten vivir de acuerdo a mis propias expectativas? La enorme mayoría de las respuestas a los conflictos y a las crisis que nos afectan en la vida están en nuestro interior.
¿Cuán válidos son tus valores? ¿Los has forjado tú o te fueron impuestos? Y quizás te encuentres en un momento en el que deseas abandonar ciertos valores para poder encontrar tu propia verdad. Y allí tienes que preguntarte si tienes o no problemas con tu integridad. Estas son preguntas extremadamente profundas pero que tú tendrás que afrontar y aceptar por otro lado, la necesidad de definir cuál es el concepto que tienes de la verdad, que puede ser absolutamente diferente del concepto que has sostenido hasta el día de hoy y, ni que decir, totalmente diferente al concepto de la verdad que pueden tener otros seres humanos.
Eso es lo que marca tu singularidad, tu personalidad, tu diferencia con los demás. Y la aceptación de este dilema puede llegar a ser muy inquietante y esto puede llegar a hacer que te sientas algo perdido. Pero justamente, cuando más cerca del límite estamos es cuando nos encontramos en las mejores condiciones de conocernos con mayor claridad y con mayor objetividad. En esos momentos quizás puedas vislumbrar una parte de la verdad y esta va a ser de tal importancia que servirá para guiarte el resto de tu vida.
Ser transparente con uno mismo, sentir qué es lo que verdaderamente transcurre en nuestro interior, es realmente una experiencia única. Tener herramientas propias, descubrir cuáles son nuestras defensas, descubrir cómo tenemos que manejarnos con el resto de los seres humanos, nos aleja del límite, nos da una fuerza inusitada, nos da también una fe inquebrantable y aprenderemos a ser sinceros con nosotros mismos.
Dr. Walter Dresel
Facebook: Walter Dresel Sitio Oficial
Twitter: @walterdresel
Comentarios
Gracias por tu comentario y me alegra el haber podido ayudarte a respirar más profundamente
De acuerdo con usted Deyanira.