BLIBLIOTECAS DE PRIVADAS A PÚBLICAS

Un gran acierto del gobierno actual fue la decisión de emprender un programa orientado a la adquisición de bibliotecas privadas para transformarlas acervos de consulta pública, abiertos a toda la ciudadanía. Más loable aún es que tales acciones tendrán el respaldo de un nuevo consejo asesor interdisciplinario y plural, constituido por 25 destacadas personalidades.El primer y enorme paso en este programa fue la inauguración, el pasado día 19, del Fondo Bibliográfico José Luis Martínez, el cual reúne un enorme acervo de literatura mexicana, que incluye la obra completa de escritores fundamentales, como Juan Rulfo, Carlos Fuentes y Octavio Paz. Esta riquísima colección literaria, reunida a lo largo de su vida por el escritor, ensayista, diplomático, historiador y bibliófilo mexicano José Luis Martínez, está abierta a todo público desde el jueves 20 en la Biblioteca de México José Vasconcelos, ubicada en la plaza de la Ciudadela de la ciudad de México. Esta nutrida biblioteca contiene, fíjense nada más el dato, ¡73 500 obras!, entre libros y fondos hemerográficos (48 000 libros y tesis, 22 000 fascículos de revistas y 3 500 objetos diversos, como fotografías, cartas, medallas, catálogos y mapas).Es, como bien indicó Consuelo Sáizar, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, “la biblioteca de un hombre ejemplar que dedicó su vida a los libros, para hacerlos, leerlos y coleccionarlos”. El propio hijo del erudito jalisciense, Rodrigo Martínez Baracs, hizo notar la importancia de que esta biblioteca permanezca en México porque el legado de su padre es una producción completa, única e irrepetible de literatura mexicana de los siglos XIX y XX, así como de los periodos prehispánico y colonial. “Mi padre no compraba libros de manera compulsiva, tenía una política de adquisición muy discriminatoria, lo que quiere decir que aquí sólo se encontrará lo mejor”, comentó. Agregó que con la creación de este Fondo se cumple el anhelo de su padre de que sus libros permanezcan en México: “su gran temor era que, como tantas otras bibliotecas, saliera del país o los hijos no la supiéramos cuidar bien; ahora realmente se ve cumplido el sueño de mi padre, de sus hijos y de todo buen mexicano”.A su vez, el historiador Enrique Krauze definió la colección de José Luis Martínez como la mejor biblioteca literaria del siglo XX, “verdaderamente construida, no como una curiosa o ávida agregación, sino como una arquitectura editorial”, resultado de la pasión de un hombre cuya vida transcurrió “ante, por, para, desde, hacia los libros”.Las autoridades culturales del país aseguraron que con la apertura del Fondo Bibliográfico José Luis Martínez se inicia “un gran proyecto”, una política de adquisición de bibliotecas personales de importantes personalidades del siglo XX para ponerlas al alcance de todo público. Con esa idea, dijeron, se están haciendo gestiones para incluir también las bibliotecas de Antonio Castro Leal, Jaime García Terrés, Alí Chumacero y Carlos Monsiváis.Para impulsar y regular esa tarea se instaló el Consejo Asesor para la Preservación de Bibliotecas Mexicanas Emblemáticas del Siglo XX, encabezado por Consuelo Sáizar y formado por dos docenas de intelectuales, entre quienes están José Emilio Pacheco, Eduardo Matos Moctezuma, Enrique Florescano, Margo Glantz, Juliana González, Héctor Aguilar Camín, Enrique Krauze, Juan Villoro, José Moreno de Alba, Joaquín Díez Canedo, Eduardo Lizalde y Jorge Volpi.El interés de llevar adelante una acción de tan nobles causas y enorme beneficio a la sociedad se respalda con un digno presupuesto, que muchas veces es el talón de Aquiles en las instituciones, en especial cuando se trata de las que están inscritas o destinadas a la promoción y difusión de la cultura, pues infinidad de veces hemos visto que ideas magníficas y necesarias para llevarse a la práctica se frustran por falta de recursos. Ahora, por fortuna, como suele decirse, tenemos “el remedio y el trapito”.Desde luego, el mérito parte del amor a los libros que han cultivado hombres y mujeres destacados de nuestros tiempos a lo largo de sus vidas. Ellos los seleccionaron y cuidaron con esmero, disciplina, sabiduría y, a veces, hasta con sacrificios económicos. Qué justo y merecido que ahora tantas obras estén bajo resguardo y disponibles para el público, pues cuántas veces nos hemos enterado de que bibliotecas alimentadas por décadas por amorosos bibliófilos terminan siendo víctimas de la lamentable dispersión y el maltrato que desemboca en su desaparición o, en el mejor de los casos, van a dar a manos de coleccionistas extranjeros o de instituciones académicas estadounidenses o europeas, como ha ocurrido con las bien surtidas bibliotecas de hombres ilustres de nuestra tierra, entre ellas las de Joaquín García Icazbalceta, Genaro García y Agustín Fischer.Una muy buena noticia de inicio de año. Ahora, para que el objetivo se cumpla, tenemos que acudir a conocer, consultar y leer los valiosos volúmenes que conforman el Fondo Bibliográfico José Luis Martínez en el recinto ubicado en la histórica plaza de la Ciudadela.e mail: enlachapa@prodigy.net.mxwww.marthachapa.net
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