Este 14 de febrero varios países del mundo celebran el Día de San Valentín, una fecha para celebrar el amor y la amistad. Pero, ¿sabemos verdaderamente amar? O más bien percibimos el amor como una posesión.
El amor, en su esencia, es libertad y somos libres cuando soltamos y no estamos apegados.
Es que el apego nos hace esclavos de ese algo o alguien. Sentimos que lo “necesitamos” y aún cuando lo tenemos, no somos felices porque no estamos presente disfrutándolo, más bien estamos en el futuro pensando que se puede ir o lo podemos perder.
Para aprender a amar debemos empezar por amarnos y aceptarnos, conectarnos con nuestro verdadero ser, y saber que todo lo que necesitamos y estamos buscando, está adentro nuestro. Cuando logremos esta conexión, el amor será parte de nuestra existencia, no importará a donde vayamos, ni con quien estemos, siempre estaremos presentes, apreciando y disfrutando.
De ese modo, el soltar será mucho más fácil, porque entenderemos que el amor se transforma y fluye, por lo tanto es incompatible con las ataduras. Cuando vamos soltando nuestro pasado, nuestros temores, las cosas que no nos hacen feliz, instantáneamente estamos haciendo espacio para que el amor y la abundancia fluyan en nuestra vida. Empezamos a ser libres.
Cuando uno ama es feliz, ambos sentimientos van de la mano. No solo el amar a otra persona, también puede ser a un objeto, una mascota o a una acción. El amor está reflejado en todo. Cuando hacemos nuestros quehaceres, cuando practicamos un deporte, cuando tenemos en brazos a nuestro perrito o gato, o cuando nos ponemos nuestra prenda favorita. En cada actividad personal o profesional que efectuamos. Si sentimos que nos hace felices, entonces significa que lo amamos. Si no percibimos esta conexión, entonces significa que es momento de dar gracias y soltar.
Para ser feliz, suelto mi pasado, los recuerdos tristes, ese trabajo o cliente que no me hace feliz, o la relación tóxica que me retiene. ¡Perdonamos! Con el tiempo aprenderemos que retener solo nos genera sufrimiento y eso no es amor.
El amor y el cambio.
Muchas veces quisiéramos que las cosas sean permanentes, pretendemos que nuestros sentimientos y las personas permanezcan siempre igual; por eso acumulamos memorias y seguimos reviviendo nuestro pasado, porque le tememos a los cambios. Pero los cambios son buenos, son transformadores. Debemos confiar en lo desconocido, en lo que no sabemos, en lo que no podemos entender intelectualmente, porque siempre los cambios nos traen algo mejor y más grande.
No somos conscientes que todo a nuestro alrededor está en constante movimiento, nuestro cuerpo, nuestras actitudes y circunstancias van cambiando. Es así, que aferrarnos a una idea de cómo deben ser las cosas, solo nos llevará a estar constantemente desilusionados. Debemos entender que el amor fluye y que debemos dejar de resistirnos y empezar a soltar.
Es muy importante que recordemos que nunca estamos solos en este viaje que es la vida y el Universo es un Universo benevolente. Por eso tampoco le tengas miedo a estar solo. No confundas soledad con solitario. No le temas al silencio y a estar solo, ya que es ahí donde realmente encontrarás las palabras de amor que estás deseando oir.
Aprovechemos esta fecha para reflexionar sobre la importancia del amor a nosotros mismos y los diferentes personajes en nuestra vida, desde ese verdadero amor incondicional, libre de ataduras.
Suelta. Resetéate. Libérate y libera. Confía.
Hoy y siempre ámate. Haz algo especial para tu alma. Festéjate. No dependes de nada ni nada afuera tuyo para ser feliz. Es importante que disfrutes el ahora. Suelta el pasado, vive en el presente y cambia tu vida para siempre.
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