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¡Por fin!  ¡Ya se está acabando este año!  ¡Ya urge que entre el 2015 y traiga cosas nuevas!

Estas y muchas otras expresiones similares se escuchan en muchos lugares, como si al dar la vuelta a la última hoja del Calendario, la vida también cambiara y como por Arte de Magia, todo empezara a ser diferente.

Yo estoy de acuerdo en que hay que tener esperanzas de mejorar y de que las cosas se presenten más fáciles de lo que fueron en este año, pero.  .  . ¿nosotros qué estamos haciendo para que sea así?  Bien dijo Einstein que un síntoma de locura es querer que nos sucedan cosas diferentes, haciendo lo mismo de siempre.

Yo quisiera, aprovechando este tiempo y este espacio, sentarme a reflexionar un rato a tu lado, querida amiga y abrir nuestro corazón y nuestra honestidad para ser justos en nuestros juicios y reconocer humildemente nuestra participación en los acontecimientos.

¿Qué sucedió en el 2014? 

Pues, a nivel mundial se presentaron situaciones muy críticas: La caída de la economía, la lucha contra el crimen organizado, los brotes de Ebola, la amenaza de una nueva guerra, el terrorismo. Pero, lo verdaderamente dramático, es la reacción de la gente hacia estos sucesos. La gran mayoría se dedica a exagerar la situación, a lamentarse y a culpar a los gobiernos por todo esto, contaminando el estado de ánimo de los demás y colaborando a que la situación se vuelva más crítica de lo que ya es. Pues cuando buscamos culpables, automáticamente les entregamos el poder de hacernos sentir mal y nos sentimos inseguros, temerosos y desprotegidos porque creemos que la solución debe venir de ellos, declarándonos incompetentes para resolver nuestros problemas.

Muchos tienen la Guerra en su Mundo Personal, consigo mismas o dentro de sus hogares o trabajo. Critican a todo el mundo o la envidia las corroe cuando ven que a otros les va mejor que a ellos.

Yo, por mi parte, tengo la ventaja de que me gusta leer mucho y gracias a eso, me he enterado de que las Crisis son cíclicas y que se repiten cada determinados años y siempre se solucionan, cumpliendo con las Legendarias Leyes del Ritmo y la Compensaciòn, que señalan que todo se expande y se contrae rítmica y armoniosamente en el Universo y que los extremos se complementan para crear Equilibrio. Esto es tan real y estamos tan acostumbrados ello, que no entramos en pánico cuando se pone el Sol y se oscurece el cielo, porque sabemos que en su momento va a amanecer y todo se va a iluminar de nuevo, así como no nos preocupa que llegue una ola y después se aleje, pues sabemos que va a regresar y hasta más cargada que la anterior. Cuando respiramos, no nos angustia que el aire salga de nuestros pulmones, pues sabemos que automáticamente, se llenarán de nuevo aire que oxigenará nuestro organismo. La Biblia nos habla de las épocas de “vacas flacas” y “vacas gordas”.

Es muy importante entender que igual que el Cuerpo Fìsico es un conglomerado de cèlulas que conviviendo y cumpliendo con sus funciones   en equilibrio produciràn salud y bienestar al Cuerpo entero. De igual manera la Humanidad es un conglomerado de Cèlulas Humanas que simplemente hemos roto el orden y el equilibrio creando todos los Caos que sufrimos actualmente. Pero que, si cada una se concentra en Su Mundo Personal, hacièndolo màs Feliz y Equilibrado y respetando el Mundo de los demàs, dejando de buscar culpables, la Humanidad y el PLANETA estarìan Salvados.

Con todo esto, entiendo que el 2014 ha sido un año de Contracciòn, Auto Encuentro y Compromiso con Mi Propia Vida. Y resulta muy interesante observar los acontecimientos sin involucrarme en  ellos, en el que descubrí algunas deficiencias que pude corregir, en el que en mi trabajo, toqué más puertas y conocí a más gente maravillosa, en el que pude dar y colaborar, sembrando para  después cosechar en abundancia, en el que mi Creatividad se echó a andar buscando soluciones y surgieron Ideas Maravillosas que estoy poniendo en marcha con excelentes perspectivas, en el que puse a prueba mi positivismo y mi fe, mismos que se fortalecieron y dieron fruto y sobre todo, fue un año que me permitió conocerme más y  descubrir un potencial que no sabía que tenía, porque, querida amiga, corroboré que la Necesidad enseña más que la Universidad y si no permites que te amordace el temor y que te ciegue el enojo, descubrirás que todo tiene una razón de ser y que NO HAY MAL QUE PARA BIEN NO VENGA.

Por eso ¡Gracias 2014!  ¡Por todo lo que aprendí!   ¡Por mostrarme Quien Soy y de lo que Soy Capaz!   ¡Por ayudarme a Creer y a Crecer!   ¡Te Amo y te Bendigo!  ¡Y estoy lista para recibir al 2015 con TODO lo que traiga!

¡¡¡¡¡FELIZ  AÑO   NUEVO!!!!!

María Esther Erosa.