+ Ahora sí, fiesta democrática de la mujer mexicana
+ Resultado de la paridad de género para candidaturas
+ Oportunidad histórica para combatir la corrupción
Guillermo Mora Tavares
Esta primicia para ustedes, a la vez contiene felicitaciones mil: La LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, tendrá 215 mujeres en la Cámara de Diputados, número nunca alcanzado en la historia de México.
Puede variar un poco a la baja o, a la alza, debido a varios casos de impugnaciones que aún se ventilan en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Podrían ser 210 o, 220. En fin, estamos hablando de entre 42 y 44 por ciento de mujeres, en las 500 curules de San Lázaro. De todos los partidos, tanto ganadoras por mayoría relativa como de representación proporcional o pluris.
Esta nueva realidad política de la original democracia mexicana, se debe a las últimas reformas a la legislación electoral, que establecieron la paridad de género en las candidaturas de los partidos políticos a puestos legislativos de elección popular. O sea, igual número de candidaturas para mujeres que para hombres.
El resultado no puede ser 50-50, pues hay distritos donde primero y segundo lugar fueron mujeres; otros, primer lugar hombre y segundo, mujer; y, primer lugar mujer y segundo, hombre. El hecho objetivo es: el 1 de septiembre de 2015, de las 500 curules de San Lázaro 215 serán ocupadas por mujeres.
¿Y todo esto, para qué?
La diversidad de alcances es muy amplia, extensa. Por supuesto, que a mayor número de diputadas mujeres será más viable aprobar iniciativas que se vinculen directamente a sus entornos: mamá-papá, mujeres jefas de familia, educación, guarderías, seguridad social, igualdad salarial, penalización de abuso y acoso, etc.
Sin embargo, hay un tema que veo sobresaliente, por la gravedad de su manifestación y lo nocivo que resulta para el desarrollo nacional: la corrupción. México es uno de los países más corruptos del mundo.
¿De verdad nuestras futuras mujeres diputadas harán algo, o mucho en contra de la corrupción? En lo personal, creo que sí. Las mujeres de mi entorno, familiares, amigas, compañeras del club o de estudios son, a carta cabal, honestas y honradas. Tengo particular confianza y optimismo en el futuro inmediato de México en cuanto a los pasos que se darán contra el flagelo de la corrupción galopante y generalizada, por las contribuciones que harán las diputadas y, también, los diputados federales que se quieran zafar de los “moches”.
Es el comienzo. No todo es miel sobre hojuelas ni nada está escrito y menos garantizado. La organización Transparencia Mexicana tuvo la iniciativa de conocer y comprometer al Candidato Transparente ,
invitándolo a presentar voluntaria y públicamente la llamada #3de3 o, sea, Declaración Patrimonial, Declaración de Intereses y, Declaración Fiscal. De las 215 mujeres que ganaron una diputación federal en las elecciones del 7 de junio, solamente 21 lo hicieron.
¿A las omisas, qué tal si las invitamos a que lo hagan ahora? Sería un maravilloso y útil ejercicio democrático contra la corrupción. ¡Oportunidad histórica!
Algunos datos adicionales que arrojó la elección, son: El PRI tendrá 72 diputadas federales, la menor de 23 y la mayor de 62 años. El PAN, 56 mujeres y 52 hombres. De otros partidos, aún no lo sé.
Comentarios