Cuando el milagro de la Creación se llevó a cabo en el Universo, hubo un instante en el que la luz divina se mostró plenamente en todo su esplendor y poder, siendo este momento en el que surgen de esta presencia divina, siete espíritus de gran luminosidad y que poco a poco se iban mostrando más intensos y maravillosos. Estas siete presencias estaban naciendo de la esencia del mismo Dios.

Cuando el milagro de la creación se llevó a cabo en el Universo, hubo un instante en el que la luz divina se mostró plenamente en todo su esplendor y poder, siendo este momento en el que surgen de esta presencia divina, siete espíritus de gran luminosidad y que poco a poco se iban mostrando más intensos y maravillosos.

Estas siete presencias estaban naciendo de la esencia del mismo Dios, de su bondad y de su amor, lo cual les confería una belleza única e impresionante, pero que además nacieron con los dones surgidos del amor más puro y de la nobleza extrema.

El Creador se sentía muy complacido con ellos y les puso como nombre Arcángeles, a quienes los dotó de atributos especiales, divinos e individuales, los mismos que han venido a identificarlos hasta nuestros días.

Cada arcángel se identifica, desde entonces, con un color y con una gran virtud, los cuales los distinguen a uno de otro.

• El arcángel Gabriel tiene el color blanco consigo y el aroma del jazmín, y asiste a sus devotos con esperanza.
• El arcángel Rafael tiene el color verde, el aroma de limón y destila energía sanadora y prosperidad.
• Miguel es el arcángel que tiene el color azul, te dota del valor para hacer las cosas y te provee de la protección para que nada te dañe.
• El arcángel Zadquiel, cuyo color es el violeta y su aroma la lavanda, elimina todo lo negativo de tu vida.
• Luego está el arcángel Jofiel, que posee el amarillo y el aroma a vainilla, y que es el encargado de darte sabiduría.
• Chamuel que te da tolerancia, y cuyo color y aroma es el rosa.
• Y por último, tenemos al arcángel

Cuando el milagro de la Creación se llevó a cabo en el Universo, hubo un instante en el que la luz divina se mostró plenamente en todo su esplendor y poder, siendo este momento en el que surgen de esta presencia divina, siete espíritus de gran luminosidad y que poco a poco se iban mostrando más intensos y maravillosos. Estas siete presencias estaban naciendo de la esencia del mismo Dios.

Cuando el milagro de la creación se llevó a cabo en el Universo, hubo un instante en el que la luz divina se mostró plenamente en todo su esplendor y poder, siendo este momento en el que surgen de esta presencia divina, siete espíritus de gran luminosidad y que poco a poco se iban mostrando más intensos y maravillosos.

Estas siete presencias estaban naciendo de la esencia del mismo Dios, de su bondad y de su amor, lo cual les confería una belleza única e impresionante, pero que además nacieron con los dones surgidos del amor más puro y de la nobleza extrema.

El Creador se sentía muy complacido con ellos y les puso como nombre Arcángeles, a quienes los dotó de atributos especiales, divinos e individuales, los mismos que han venido a identificarlos hasta nuestros días.

Cada arcángel se identifica, desde entonces, con un color y con una gran virtud, los cuales los distinguen a uno de otro.

• El arcángel Gabriel tiene el color blanco consigo y el aroma del jazmín, y asiste a sus devotos con esperanza.
• El arcángel Rafael tiene el color verde, el aroma de limón y destila energía sanadora y prosperidad.
• Miguel es el arcángel que tiene el color azul, te dota del valor para hacer las cosas y te provee de la protección para que nada te dañe.
• El arcángel Zadquiel, cuyo color es el violeta y su aroma la lavanda, elimina todo lo negativo de tu vida.
• Luego está el arcángel Jofiel, que posee el amarillo y el aroma a vainilla, y que es el encargado de darte sabiduría.
• Chamuel que te da tolerancia, y cuyo color y aroma es el rosa.
• Y por último, tenemos al arcángel Uriel, que destila olor a canela, su color es el anaranjado y permite que la gran abundancia llegue a ti.